Los bebés prefieren mirar un rostro bonito que uno feo

Victoria García-Lastra REDACCIÓN

SOCIEDAD

Un estudio de una universidad británica revela que los recién nacidos saben distinguir entre las caras guapas y de facciones proporcionadas y las de rasgos menos agraciados

06 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

?os bebés prefieren deleitarse mirando a una persona guapa que a una fea. Vamos, lo lógico. El descubrimiento, realizado por Alan Slater, de la Universidad británica de Exeter, radica en que el objeto de la investigación son recién nacidos. Que establezcan claras preferencias en un primer período postnatal asombra a los científicos, que ya estaban al tanto de esta predilección por la beldad en niños de pocos meses. El estudio consistió en mostrar a los bebés dos imágenes a un mismo tiempo. El resultado: fijaban la vista durante más tiempo en el rostro atractivo, es decir, aquel de facciones más proporcionadas. Y es que hay que ponerse en el lugar de un pequeño, con la visión todavía velada, para entender el susto al que los adultos les someten cuando asoman la cabeza a la cuna sin previo aviso. Y más si el sujeto que surge de la nada presenta un aspecto confuso y hace muecas indescifrables. Atracción innata Sentirse naturalmente atraído por la belleza, así como un cierto gusto estético natural, es algo que nos acompaña desde que irrumpimos en el mundo. Es uno de los datos que arroja la investigación, que añade que nacemos con la capacidad de retener una cara humana con todo detalle y precisión, algo que sin duda facilita el reconocimiento de los rostros de los familiares, así como una primera integración en el mundo social. Es decir, que no es la sociedad la que nos impone un opresor canon estético que inconscientemente asimilamos, ni somos presas fáciles de la encorsetadora cultura del culto al cuerpo, sino que vemos la luz sabiendo de antemano que más vale un guapo que un feo. Y no es todo. También descubrieron que los bebés prefieren escuchar una sinfonía de Vivaldi en estado puro que alterando el orden de la pieza. Faltaría más.