La CIUG ultima toda la casuística, incluso si dos materias coinciden a la vez
03 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.¿Es posible que coincidan dos materias a la vez en selectividad? Si es así, ¿afectará a algún alumno? Y si lo hace, ¿tiene solución? La respuesta a estas preguntas es una triple afirmación, porque en selectividad hay 10.000 alumnos examinándose y eso, explican desde la CIUG, la entidad que organiza la prueba, son muchos casos concretos. Cuando faltan cuatro días para la evaluación más temida, todo parece estar atado, aunque este año ha sido tan complicado que muchos alumnos de segundo de bachillerato esperarán sorpresas.
Quienes diseñan la prueba llevan años haciéndolo y tienen trucos para evitar dramas: el más importante es que a la hora de poner dos exámenes a la vez comprueban que ningún estudiante esté matriculado de ambas asignaturas en segundo de bachillerato. Lo que ocurre es que la ABAU (Avaliación de Bacharelato para o Acceso á Universidade) permite a un alumno examinarse de una materia de la que no está matriculado si quiere subir nota. Por eso esta misma semana una profesora de Pontevedra se quejaba de que sus alumnos ven cómo les coinciden dos pruebas a la vez: Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales (troncal obligatoria solo en Sociales) y Fundamentos del Arte (troncal obligatoria solo el bachillerato de Artes). ¿Qué pueden hacer los afectados? Según la CIUG, hay una solución sencilla: «Cuando terminen el examen de Matemáticas se tienen que quedar en el aula y entonces se les presenta el de Fundamentos del Arte». Lo dice Pedro Armas, vicepresidente de la CIUG desde el pasado miércoles (el cargo de presidente es rotativo entre los delegados de los tres rectores).
El delegado del rector coruñés, Armas, explica que «nosotros tenemos que garantizar que no haya solapamientos en los exámenes, pero para eso tenemos que fiarnos de algún documento, y miramos las matrículas de los alumnos». La alternativa sería «alargar la selectividad durante cinco días y eso nos parece una locura».
En el diseño de la prueba, además, se intenta espaciar las materias para que a los alumnos no les suponga mucho trastorno. Por ejemplo, Matemáticas II (Ciencias) es el segundo día (jueves) a las 11 de la mañana y después empieza Dibujo Técnico (a las 13 horas); por la tarde son los exámenes de Física (16 horas) y Química (18). Esto supone que un alumno de Ciencias no tenga tres exámenes seguidos por la mañana; a primera hora serían las Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales y Fundamentos del Arte, ambas poco probables para un alumno que haga Dibujo Técnico. Claro que el viernes se puede complicar para algún alumno: Historia del Arte, Historia de la Filosofía y Economía de Empresa van seguidas por la mañana.
Este año, más homogéneo
Es complejo encajar las preferencias de tantos alumnos. El año pasado, por ejemplo, solo hubo una asignatura en común en los casi diez mil alumnos presentados: Lengua Castellana. En total acudieron 9.703 estudiantes, y el resto de las materias (hasta 53) tenían menos estudiantes inscritos. El motivo es que aunque hay muchas asignaturas obligatorias, no todos cursan la misma; hasta Lingua Galega tuvo, con respecto a la castellana, 263 alumnos menos. Este año va a ser diferente, pues en gallego no habrá apenas exentos, porque los que hicieron primero de bachillerato fuera de Galicia no podrán acogerse a una opción pensada para los foráneos. E Historia de España será obligatoria para todos: hasta ahora se podía escoger entre esta e Historia de la Filosofía; de hecho, 4.867 lo hicieron frente a 4.836 que optaron por Historia de España. Y también habrá concentración en los idiomas: los alumnos solo se pueden examinar del primer idioma extranjero del que estén matriculados, mientras que hasta ahora se podía elegir entre cinco opciones -aunque no las cursasen en bachillerato o fuese su segundo idioma-.
El año pasado, la optativa con más inscritos fue Matemáticas II (Ciencias), con 4.402 examinados; las que menos, Italiano y Alemán, con 2 cada lengua.