En una esquina, el chico de la gorra

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

TEO

Beiras y Noriega en el local de campaña de Compostela Aberta en O Toural hace dos sábados.
Beiras y Noriega en el local de campaña de Compostela Aberta en O Toural hace dos sábados. xoán a. soler< / span>

Populares y socialistas elevan el nivel de los golpes dialécticos y buscan la mandíbula de Compostela Aberta por su crecimiento en las encuestas

19 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

En el insólito panorama político con fuerzas clásicas y emergentes (o recicladas) acariciando escaños de poder se cae un antiguo dogma que se repitió en Galicia hasta el aburrimiento : «Todos contra o PP». En Compostela fue así durante las últimas citas locales, pero ya no. Una semana de campaña han necesitado los partidos de toda la vida (PP, PSOE y BNG) para poner en valor a un nuevo enemigo a batir, como es conglomerado de siglas que responde por Compostela Aberta. Los últimos golpes dialécticos soltados con especial vehemencia y premeditación por Feijoo y Hernández sitúan a Martiño Noriega en el eje de sus ataques. Seguro que en esa estrategia han tenido un peso decisivo las encuestas que, como la de La Voz, marca distancias casi insalvables entre la segunda y la tercera fuerza (CA y PSOE), diluyendo ese segundo escenario de batalla por liderar la oposición en el caso de que Hernández no llegue a la absoluta (solo o con el apoyo de Ciudadanos).

Con el escenario que pintan los sondeos, el líder del PSOE Paco Reyes pierde pocas oportunidades para soltarle algún gorrazo a Noriega. Ayer, sin ir más lejos, los socialistas (incluido Gómez Besteiro en Santa Marta) golpearon por igual a Hernández y al alcalde «paracaidista» de Teo. Para Reyes, el médico de familia no ha aplicado en el concello vecino las políticas que ahora propone en Compostela: «Nin presupostos participativos, nin transparencia contable», dijo Reyes, quien recordó que en la web del municipio metropolitano solo se pueden consultar las cuentas del 2008. El líder socialista reparte ahora su tiempo de desgaste de adversarios entre el PP y Noriega, al que incluso le ha pedido un «cara a cara» para que explique quién va a tomar las decisiones en la coalición: «¿Anova, Esquerda Unida, AGE ou Podemos?».

Alejado extrañamente de esta refriega a varias bandas se encuentra el BNG, un posible cooperador necesario en los movimientos para apartar del poder al PP. Rubén Cela, de momento, evita el choque frontal y mantiene el punto de mira de las críticas en el líder popular. Con Noriega, pensarán, habrá tiempo más adelante para ajustar cuentas.