Los ingresos por multas de tráfico superan un 38 % lo presupuestado

rosa martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Los dos millones previstos por el Concello en el 2016 se acercaron finalmente a los 3

10 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento superó el pasado año hasta un 6,7 % las expectativas recaudatorias que había fijado en su presupuesto a través de sus propios impuestos. El IBI urbano, los conductores con mayor apego al acelerador y las plusvalías están en buena medida detrás de ese incremento, que en cifras absolutas han supuesto cuatro millones más para Raxoi.

En el caso del IBI, las labores de inspección fiscal ya iniciadas por el Concello antes de que el Catastro pusiese en marcha su reciente regularización le depararon prácticamente 1,8 millones más (por inmuebles que no estaban contribuyendo) sobre los 26,4 proyectados. Pero no todo lo ingresado a mayores se consolidará en el padrón tributario. Solo lo hará la parte correspondiente al 2016. El resto deviene de los recibos todavía no prescritos de anualidades anteriores.

Las sanciones de tráfico aportaron 754.000 euros por encima de la previsión inicial de 2 millones que había hecho el gobierno local y que tras el verano corrigió para incrementarla en 136.360 euros. Ya entonces se observaba que el año acabaría superando la primera proyección. Y finalmente lo hizo en un 37,7 %, hasta alcanzar los 2,7 millones, según la liquidación del 2016. Los fotorrojos y el túnel del Hórreo alimentan ese incremento. Solo el túnel se acercó el pasado año a los 1,7 millones de euros en sanciones impuestas. Y los fotorrojos, al medio millón.

Aunque cuantitativamente sin parangón, las de tráfico no son las únicas multas que nutren las arcas municipales. El incumplimiento de normativas urbanísticas, de medio ambiente y de convivencia suman prácticamente otros 640.000 euros, un 115 % más de lo que manejaba el ejecutivo local al arrancar el año. Eso sí, los 2,7 millones derivados del incumplimiento del código de circulación se ingresaron en el propio ejercicio. Las otras tenían la cuarta parte pendiente a 31 de diciembre.

Pero tampoco fue menor el peso de las plusvalías en ese incremento recaudatorio. Con una previsión inicial cifrada de 2,1 millones, acabó el año rozando los 3 en derechos reconocidos. La cruz para Raxoi estuvo de nuevo en los impuestos vinculados con el sector del ladrillo, otrora una de las fuentes de financiación más importantes de la Administración local. Y eso que las previsiones ya habían sido más cautas que en el 2015. Los ingresos del impuesto de construcciones siguen cayendo: el millón y medio presupuestado se quedó al filo del millón. Pero no es el único dato que evidencia que el área hacendística todavía es ajena al movimiento que Urbanismo ha comenzado a percibir en el sector. Los ingresos por licencias urbanísticas (1,7 millones) tampoco han llegado a lo previsto: 2,1

La proyección presupuestaria resultó también larga con algunas transferencias de otras Administraciones. Raxoi tuvo que reintegrar al Estado más de un millón con el que contaba, para compensar lo recibido a mayores en el 2013 de los tributos estatales. Y hubo también transferencias para programas concretos que no llegaron por las complicaciones para formar Gobierno el pasado año, según la edila de Facenda, María Rozas.

40.538.956

Impuestos directos

Previsión inicial de ingresos. La definitiva: 43,7 millones

16.314.994

Tasas

Era la previsión y se superó en 1,2 millones, hasta los 17,5.

3.406.419

Indirectos

Era lo proyectado, pero quedó en poco más de 3 millones

Los derechos de dudoso cobro suman más de 17 millones de euros

La liquidación del ejercicio presupuestario del 2016 confirma el elevado nivel de ingresos de dudoso cobro que arrastra el Ayuntamiento: más de 17,5 millones de euros. Esa es al menos la provisión presupuestaria que hizo Raxoi y que abarcan cuantías liquidadas y pendientes de ingresos por multas, sanciones, recargos e intereses de ejercicios cerrados, pero también de ingresos urbanísticos, cuotas de urbanización y actuaciones subsidiarias.

La cifra se mantiene en términos similares en los últimos años y triplica la de los últimos ejercicios del gobierno bipartito, si bien la diferencia, según María Rozas, no está tanto en que haya más dudosos cobros, sino en la introducción normativa de nuevos parámetros de prudencia. Se trata de limitar la vinculación de derechos reconocidos de difícil cobro a gasto presupuestario. Pero esa provisión no quiere decir que Raxoi dé por incobrable lo que se califica de dudoso, no al menos en buena medida. Según la edila, no se renuncia a esos derechos, si bien el informe sobre la liquidación que hace Intervención reclama más personal.