Las AMPA promueven actividades de conciliación en tres colegios públicos

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Un centenar de escolares acuden este mes a Lamas de Abade, Roxos y Lavacolla

10 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta cien escolares asisten a las actividades que promueven las asociaciones de madres y padres (AMPA) de los colegios públicos de Lamas de Abade, Conxo y Roxos para favorecer la conciliación de la vida familiar y laboral. Complementan así la oferta del Concello en los centros de Fontiñas y Raíña Fabiola.

Son tres opciones diferentes. El colegio de Lamas de Abade solo cierra en agosto. El resto del año ofrece posibilidades de conciliación, incluso en carnavales o Pascua, cuando no existe esa opción en otros centros. En verano es cuando más demanda reciben, explica el presidente de la ANPA del centro, Antón Barros, pues hay días que tienen hasta 70 escolares, y un mínimo de 20. Abren entre las 7.45 y las 16.00 horas, con servicios de madrugadores y comedor que atienden con un cáterin y cuatro monitores. Tienen también dos veladas nocturnas extraordinarias, que comparten alumnado y familias. «A demanda aumenta cada ano e as familias agradecen ter esta posibilidade. Comen entre 15 e 17 escolares, e hai actividades, como unha excursión o venres, na que houbo que limitar prazas por exceso de demanda. Esta semana irán ao Mupega, e teñen tamén deportes no polideportivo, alén de plástica e música», sostiene Barros.

Al centro de Lavacolla asisten 15 escolares de 9.00 a 14.00 horas; y entre 13 y 17 van al de Roxos, desde las 8.30 a las 15.15 horas. En Roxos lo atiende una monitora que conoce bien el centro, pues trabaja allí hace tiempo. Ofrecen la posibilidad de desayunar. La presidenta de su ANPA, Esther Martínez, destaca que dedican cada semana a actividades monográficas sobre temas musicales, científicos, artísticos, de naturaleza o cultura gallega, además de salidas a los alrededores.

El presidente de la Federación de AMPA, Fernando Lacaci, afirma que estas actividades son una necesidad para las familias de estos centros, a quienes les resulta difícil desplazarse a Santiago para que atiendan a sus hijos en vacaciones. «O Concello debía atender tamén esta demanda, non só a da cidade», dice Lacaci.