Eva Vidal: «Con el proyecto de la Casa do Neno los niños aprenden a ser responsables»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

El centro fue seleccionado entre las 20 mejores iniciativas emprendedoras de España

18 jun 2017 . Actualizado a las 22:22 h.

La Fundación Trilema y la de la Princesa de Girona seleccionó el proyecto emprendedor «Ponte sus zapatos», del colegio Casa do Neno, entre las veinte mejores iniciativas educativas de España. La directora del centro, Eva Vidal, asume que el premio viene a ser «un reconocimiento al esfuerzo de todos, tanto de las familias como de los niños y de las personas mayores que trabajan con nosotros». La Casa do Neno tiene una sede en San Lázaro y otras aulas en el Seminario Menor de Belvís. «Ponte en sus zapatos» es un proyecto, subraya Vidal, «intergeneracional y multidisciplinar», que este curso se lleva a cabo con los niños de primero de primaria y que el próximo curso 2017-2018 llegará a los de segundo. «Se intentará incorporar a todos los niños del centro desde cero años», comenta la directora. El proyecto no se plantea para el curso completo, sino que se hacen «programaciones trimestrales, de manera que cada tres meses nos reunimos para reflexionar e introducir los cambios necesarios», detalla.

Una de las mayores satisfacciones del proyecto fue la colaboración con los mayores de la residencia SarQuavitae de San Lázaro. «Nos permitió que ellos se sientan queridos, útiles e importantes para la educación de los niños. Los abuelos perciben ahora a los maestros con una imagen muy distinta a la que tenían de sus profesores cuando eran niños. Se convierte en una relación de tú a tú. Los mayores actúan como maestros, y los niños descubren una faceta de los mayores que seguramente desconocían», destaca Eva Vidal. Las actividades propuestas van desde talleres de pintura, música tradicional, cocina, baile y la creación de un huerto «hasta uno en el que se cartean los mayores con los niños, y viceversa». En el programa, además de los usuarios de la residencia, participan los abuelos de los alumnos y los vecinos de más edad del barrio. De esta forma, indica, «se integran a los abuelos del barrio en el colegio. El resultado es muy gratificante».

La experiencia del huerto

Vidal apunta que la creación del huerto es «una gran experiencia para los niños y para nuestros abuelos, que enseñaron a los alumnos una sabiduría popular que no se encuentra en los libros». En el huerto los alumnos trabajaron al mismo tiempo «varias disciplinas y aprendieron la valía de los abuelos».

Los escolares de la Casa do Neno, relata su directora, «no usan libros y, aunque esto supone un mayor esfuerzo para los profesores, tengo que reconocer que la implicación es total». Con este proyecto los niños aprenden conocimientos, pero también «conseguimos que adquieran unas habilidades que se valoran cada vez más en la sociedad. Se trata de que nuestros alumnos sean capaces de desarrollar unas herramientas que les permita resolver por sí solos sus conflictos. Logran trabajar en grupo mediante la cooperación y sin competiciones. Los niños son más creativos, más responsables y más independientes. No se trata de dejarlos solos, sino de darles las herramientas para que sean capaces de buscarse la vida en el futuro», comenta con pasión Eva Vidal sobre el programa educativo.

Ya en el curso que viene, a las actividades de este año se sumarán otras como el ajedrez, «que intentaremos que sea para niños desde un año», avanza Vidal.

El protagonista. Eva Vidal es la directora del centro educativo Casa do Neno, que tiene sedes en el San Lázaro y en las aulas concertadas en el Seminario Menor.

«Ponte en sus zapatos». El proyecto fue seleccionado por la fundación Princesa de Girona como uno de los 20 mejores de España.