Doce locales están bajo la lupa de la valedora do pobo por los ruidos

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

XOÁN A. SOLER

Nueve personas fueron denunciadas en torno a los bares por orinar y beber en la calle

29 may 2017 . Actualizado a las 11:11 h.

Son casi todos bares de copas, que además albergan eventualmente música en vivo, aunque sin reunir las condiciones de insonoridad para este tipo de actividades. La oficina de la valedora do pobo, Milagros Otero, tramitó en los últimos dos años quejas ciudadanas contras una docena de locales de ocio de Santiago de Compostela por supuestos incumplimiento de la normativa sobre ruidos, espoleando así a las autoridades municipales con el fin de endurecer su actuación en esta materia para dejar de lado cualquier laxitud y emplearse a fondo con las sanciones.

Los locales de ocio afectados por las denuncias de contaminación acústica se sitúan casi todos ellos en el triángulo que conforman las calles Rodas, Loureiros y Travesa de San Fiz, zona dentro de la cual se incluye los puntos sensibles de las calles San Paio de Antealtares y Entremuros, apuntan los servicios de la valedora do pobo.

Las denuncias que llevan a la defensora de los gallegos, algunas veces como el último recurso de personas que no logran ver resuelto este problema en otras instancias, están todas ellas relacionadas con los ruidos de locales de ocio nocturno, pero también por la concentración de personas en el exterior de dichos establecimientos.

De forma más pormenorizada, la alta comisionada del Parlamento tramitó varios expedientes de queja debido a las molestias ocasionadas por la celebración de conciertos promovidos por varios locales de Santiago, amparados por el correspondiente convenio de dinamización cultural impulsado por el Concello, si bien la oficina de la valedora do pobo entiende que «en ningún caso podería alegarse que a sinxela sinatura dun convenio permita a celebración de concertos en locais non habilitados» para tal fin o que no dispongan de la autorización «expresa e excepcional» de la consellería correspondiente.

Sin denuncias

El Concello de Santiago respondió al requerimiento de la defensora diciendo que tendría en cuenta su opinión, y lo cierto es que las últimas actuaciones llevadas a cabo por los servicios de la valedora do pobo, que terminaron este mismo mes de mayo, concluyeron en que «non constan denuncias veciñais» por molestias ante la Policía Local en el caso concreto de la calle Rodas.

En esta zona concreta, la alta comisionada del Parlamento tomó nota de que la Policía Local propuso sancionar a uno de los locales por permitir que los clientes consumieran bebidas en el exterior. Y en lo relativo a la concentración de personas en la calle a altas horas, la policía también relató que denunció en fechas recientes a seis personas por orinar en la vía pública y a otros tres más por consumir bebidas en la calle causando molestias a los vecinos, lo que denota que se ha modificado la actitud permisiva que se apreció en otros momentos.

77

En Galicia

Son las quejas por ruidos en Galicia en el 2016, 39 de ellas asociadas a locales de ocio.

10

En Santiago

Son las quejas que se elevaron a la valedora el último año por el ruido de los locales de ocio.

Conciliación

Conciliar los intereses que pueden tener los empresarios de la hostelería nocturna para atraer clientes con el derecho al descanso de los vecinos es obligado para resolver un problema tan sensible como el de la contaminación acústica. La colaboración y el respecto a las normas tiene que está por encima de todo, porque ni bueno la ciudad dormida ni tampoco el desvelo.

Los conciertos en la calle quedan sujetos a que exista una autorización excepcional

La valedora do pobo, Milagros Otero Parga, tomó nota de la buena disposición del Concello de Santiago para mitigar los perjuicios que provoca la celebración de algunos conciertos en la calle en horario nocturno.

Es un asunto que motivó varias quejas vecinales que acabaron en la oficina de la defensora, que advirtió que las licencias de los locales denunciados no amparaban dichas actividades y tampoco podrían ser autorizadas por el Concello, como se estaba haciendo.

Milagros Otero remitió una recomendación al Concello de Santiago arguyendo que los conciertos en la calle debería quedar sujetos a autorizaciones excepcionales, recomendación que aceptó el gobierno municipal. De este modo, los permisos no se concederán, salvo «cando se desen as condicións excepcionais sinaladas na lei», como es la celebración de fiestas determinadas, o siempre que se controlen los conciertos en locales no habilitados para ello y que carezcan de la expresa autorización que concede la Administración autonómica.