La mesa sindical rechaza el plan de convocatoria de cátedras de la USC

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

La Universidade insiste en que hay que convocar según la necesidad estructural

20 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos cátedras por antigüedad, otras dos según los méritos y seis más atendiendo a criterios estructurales. Es la propuesta de convocatoria de cátedras que la Universidade ha presentado a los sindicatos en la mesa de negociación. Una propuesta que han rechazado la mayoría de los representantes de los trabajadores de la USC. Tres de las cuatro organizaciones sindicales presentes en la reunión (CIG, CC.OO. y CSIF) han dicho no a los criterios para la convocatoria de las diez plazas de catedrático que planea sacar la institución académica compostelana. Unos criterios que tacha de «antiacadémicos» el colectivo de acreditados a cátedra de la institución, que proponen un criterio alternativo para la creación de plazas: la fecha de acreditación otorgada por la agencia de calidad Aneca y la valoración del total del currículo de los candidatos ponderada por expertos de cada área.

Sin embargo, la USC lo ve de manera distinta. Cree que la prioridad debe de ser atender las necesidades estructurales de la institución creando seis de las diez cátedras atendiendo al tamaño de las áreas, al número de profesores y el de titulares que hay en dicha área y al número de mujeres catedráticas, entre otros criterios. El de antigüedad -es decir, el de profesores que hayan cumplido 63 años- se aplicaría a dos plazas y otras dos seguirían el sistema de méritos de los acreditados a cátedra, es decir, se pondera el currículo incluyendo apartados como haber ejercido cargos de gestión (otro de los criterios que no convencen a los acreditados).

Tras el rechazo de la mesa de negociación ¿qué ocurre? En realidad, nada, según explica el vicerrector de Comunicación, Xosé Pereira. La decisión no es vinculante y la propuesta de la Universidade tiene que pasar ahora por la comisión de profesorado del Consello de Goberno, paso previo a su debate en el órgano colegiado.

El colectivo de acreditados alerta de que «non se entendería, e colocaría graves sospeitas sobre as súas verdadeiras motivacións, que o equipo reitoral siga impulsando teimudamente uns criterios antiacadémicos». Poniéndose en la situación más extrema, que es que no haya acuerdo y no se aprueben estos criterios, la convocatoria se regiría por los anteriores, basados solo en necesidades estructurales.