La palabra de Dios en 140 caracteres

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

xoán a. soler

Facebook, Twitter, Whatsapp y portales interactivos son las nuevas herramientas de la Iglesia para difundir en segundos un legado que se custodió durante siglos

17 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El portal diocesano ya hace tiempo que se quedó corto para las necesidades del Arzobispado de Santiago de Compostela. Por eso, su delegación de Medios de Comunicación explora todas las herramientas que las nuevas tecnologías ofrecen para cumplir con la misión que Jesucristo les encomendó a sus apóstoles: «Id y haced discípulos a todas las naciones». Cursos on line, digitalización del Boletín Oficial del Arzobispado, versión en PDF de la revista Barca de Santiago, Whatsapp y ahora también las redes sociales. Ni siquiera Twitter se resiste a la palabra de Dios en 140 caracteres.

Hace dos años se puso en marcha la nueva página web diocesana en la dirección www.archicompostela.es, totalmente remodelada en sus contenidos y con un objetivo predominantemente informativo en el que se incorporan ya las redes interactivas, con una herramienta que permite compartir las noticias publicadas a través de las redes sociales y del servicio de mensajería Whatsapp. Pero además, los usuarios tienen la posibilidad de contactar con la archidiócesis a través del correo electrónico y de localizarla con el servicio de Google Maps. Con todo, ya se nota desfasada. Los nuevos tiempos giran a velocidades de vértigo y la Iglesia no se quiere quedar al margen del ritmo de sus fieles. Por eso se está trabajando en una nueva edición de la web «con un estilo más actual y más funcional» que verá la luz en los próximos días.

A mayores, y coincidiendo con el Día das Letras Galegas del año pasado, la archidiócesis estrenó el dominio .gal que permite facilitar la búsqueda para las consultas en gallego, así como dar más visibilidad en Internet al idioma propio.

Desde enero, en la dirección http://boa.archicompostela.es se reproducen los contenidos del Boletín Oficial del Arzobispado, una herramienta que complementa a la versión en papel y en PDF y que permite buscar noticias específicas, filtrar resultados y, en definitiva, acceder directamente a los artículos que se buscan. Un servicio digital que también se desarrolló con la revista Barca de Santiago y que ofrece más posibilidades que las versiones tradicionales porque permite descargar archivos, incorporar vídeos y música y recomendar los artículos publicados a través de las redes sociales.

El gran salto virtual

Y precisamente son las redes sociales las que se incorporan ahora a los servicios de información de la Archidiócesis de Santiago. Su delegación de Medios de Comunicación reconoce que se trata de «un medio privilegiado y un espacio evangelizador de gran importancia», por eso se están configurando cuentas propias tanto en Facebook como en Twitter y en Youtube. Estas cuentas se suman a las que ya hace tiempo que abrió el propio arzobispo, monseñor Julián Barrio, que a los medios tradicionales de comunicación con sus fieles añade ahora las infinitas posibilidades virtuales. La propia archidiócesis anima a los diocesanos «a seguirnos y a difundir la actividad pastoral, asistencial y cultural generada por la Iglesia compostelana».

Todos estos servicios mejoran la comunicación de los agentes diocesanos con el exterior, pero a mayores se han creado herramientas que facilitan el intercambio de datos entre las distintas delegaciones diocesanas, con un portal virtual que recoge toda la información que genera la archidiócesis para favorecer el trabajo colaborativo con la lectura, audición o descarga de los archivos. Y en cuanto a la labor docente, la Vicaría de Enseñanza dispone también de una web que está al servicio de los profesores de Religión, de los alumnos y de sus familias y que ha sido remodelada este año con datos estadísticos y material educativo al que pueden acceder los alumnos de forma gratuita.

La Iglesia dispone de un sinfín de conocimientos guardados en los legajos de los monasterios y en los archivos de las parroquias. Ahora, las herramientas virtuales permiten difundir en segundos lo que estuvo oculto durante siglos. Del versículo al hashtag.

Pronto se estrenará una nueva web y se configurarán cuentas en los foros virtuales