Decenas de voluntarios, formados para atender una parada cardíaca

Elisa Álvarez González
E. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

La Praza do Obradoiro fue escenario de un simulacro del plan "Acude e axuda", que cuenta con sesenta colaboradores

09 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un viandante se desploma en plena calle. ¿Qué hacer? No hay tiempo que perder, marcar los dígitos 061 en el teléfono es vital. En el caso de que los síntomas sean los de una parada cardiorrespiratoria, Urgencias Sanitarias de Galicia enviará rápidamente una ambulancia medicalizada, porque el tiempo en la atención a este tipo de accidentes es clave en la supervivencia. Mientras, Santiago tiene un recurso a mayores, el de un grupo de voluntarios de Cruz Vermella formados en técnicas de soporte vital básico y en el uso de desfibriladores semiautomáticos (DESA), que pueden acercarse al lugar en el que está la víctima para hacer maniobras de reanimación antes de que llegue la ambulancia.

Es precisamente eso lo que ayer realizaron de forma ficticia varias personas en la Praza do Obradoiro, un simulacro del programa Acude e Axuda del Sergas, la Fundación Pública Urxencias Sanitarias y la Sociedad Española de Cardiología, que de momento solo está implantado en la capital de Galicia. Hay sesenta voluntarios inscritos en este programa y medio centenar de DESA repartidos por la ciudad. El sistema incluye una app que los colaboradores llevan en su móvil y que permite al 061 saber qué personas están cerca del suceso.

Ampliarlo a Protección Civil

En teoría, si hay posibilidad, uno de los colaboradores realiza las maniobras básicas mientras otro busca el DESA más cercano, ya que el 061 tiene un registro de todas las localizaciones. El propio desfibrilador detecta si hay que aplicar una descarga, tras controlar el ritmo cardíaco de la víctima, por lo que su uso es muy seguro con una formación previa. Lo cierto es que, teniendo en cuenta que una persona está sufriendo una parada, el tiempo parece interminable. Son solo unos minutos hasta que llegan los voluntarios o la ambulancia que se hacen eternos, «pero la realidad es así», explicaba el director asistencial del 061.

Vázquez Almuíña, conselleiro de Sanidade, aseguró tras el simulacro que la intención es expandir a toda Galicia este programa, e incluir no solo a los voluntarios de Cruz Roja sino a los 4.500 de Protección Civil. El objetivo es que cada vez haya más gente formada en este tipo de reanimación, y por eso se ha modificado el decreto que regula su uso. De hecho, ahora mismo hay ya un millar de DESA registrados en la comunidad y la Xunta quiere que todos los concellos e instituciones públicas y privadas cuenten en sus instalaciones con estos aparatos que salvan vidas.