Los sintecho

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor ENTRE LÍNEAS

SANTIAGO CIUDAD

29 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha afirmado el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, que siente que la valedora do pobo, Milagros Otero, le tiene ojeriza. Animadversión, ha dicho literalmente. Y todo porque en su informe anual le ha recordado al regidor su fracaso en lo que respecta al problema de los sintecho. Un colectivo que tuvo en los tres de O Toural a sus representantes más conflictivos porque acamparon en la plaza y camparon en ella a sus anchas. Bebiendo, orinando, defecando y manteniendo relaciones sexuales en ella para martirio de los vecinos, comerciantes y de todo aquel que pasase por el lugar. No seré yo quien diga si hay o no esa obsesión de la que habla Noriega, pero sí que el Concello ha fracasado estrepitosamente en su política hacia estos sintecho. Acusó de poco menos que fascistas a todos los que le reclamaron mano dura contra sus desmanes. Su poco disimulada no intervención tampoco sirvió para nada. Para nada bueno, vaya. Los tres de O Toural ya son dos, porque uno de ellos, el que llamaban el Vasco, se dejó la vida en la calle. Solo, abandonado. Olvidado. La chica brasileña, aquella que orinó al paso de una procesión de Semana Santa y luego se arrepintió, es hoy una mujer maltratada. Y el tercero, el más famoso de todos y al que tuve el placer de entrevistar y visitar en el hospital, está peor que nunca. Le han detenido varias veces por robos y por agredir a la que fue su pareja, la chica brasileña. Está desprotegido y más en caída que nunca por el precipicio de sus adicciones. Estas tres historias humanas acreditan el terrible fracaso político de Raxoi en su política con los sintecho. Hace falta más acción y menos palabras vacías de contenido.