Somos parte del vivo pasado

DENÍS E. F.

SANTIAGO CIUDAD

Denís E.F.

La iglesia de San Domingos de Bonaval es un lugar único por su situación, contenido y arquitectura

27 mar 2017 . Actualizado a las 10:35 h.

La itinerancia constante en la que vivimos, a veces nos impide tener la paciencia suficiente para parar unos minutos y concretar nuestra mirada. Estamos rodeados de complejos mapas de belleza, que se nos tornan ocultos debido a ritmos adquiridos. Sin duda, debemos concienciarnos y enriquecer aquello que llevamos «de serie», el placer de mirar.

Un lugar único por su situación, contenido y arquitectura es la iglesia de San Domingos de Bonaval; una de las pocas joyas góticas de la ciudad. El antiguo convento situado en la ladera del Monte da Almáciga alberga desde 1977 al Museo do Pobo Galego, un lugar tan mágico como importante para comprender nuestra tierra y a nosotros mismos. El claustro, sus escaleras y salas, sus bibliotecas, conforman una gran ventana a la historia de Galicia que no puede desvincularse de su parte espiritual, al integrarse en el conjunto museístico la iglesia, sin culto a día de hoy, donde yacen algunas de las personas más importantes de nuestra cultura. Rosalía de Castro, Alfredo Brañas, Castelao, Francisco Asorey, Ramón Cabanillas y Domingo Fontán descansan junto a los restos de notables de otrora, damas y caballeros de las casas de Moscoso y Andrade, cuyo desvanecido pasado parece recordarnos la impronta del olvido.

El conjunto fue construido en el siglo XIII como humilde convento dominico. Ocupado y ampliado durante siglos, sus estancias pasaron por la desamortización de 1836 a manos del Concello, quien lo destina a hospicio, colegio de sordomudos y ciegos y, ya en el siglo XX, parcialmente a museo municipal. Después de una época de vacío el Patronato del Museo do Pobo Galego crea el que es, hasta hoy, el conjunto etnográfico más importante de Galicia.

Si queremos acceder a la iglesia deberemos pasar por la portería del Museo, donde Elsa Pereira, natural de Torroña en Oia, nos facilitará la entrada y nos ayudará con nuestras dudas. «A xente ten un concepto conxunto do que representa este Museo, é un lugar privilexiado onde o recordo e a memoria do Pobo Galego vense engrandecidos».

Buena parte de lo que vemos nos sigue cuando dormimos, transformado inconscientemente en lugares secretos de nuestra psique para recrear los más bellos u oscuros sueños. El contrapunto al descanso de pijama y sábana lo pone la acción del caminante, siempre capaz de superar obstáculos. «A cidadanía está necesitada de espazos públicos con usos culturais máis variados onde desenvolver a súa creatividade».

Por mucho que traten de estratificarnos socialmente, debemos abrir las puertas de la conciencia y los sentimientos. Sin miedo a salir malparados por malas caras o peores respuestas, los que creemos en la equidad seguimos un «camino alternativo» que nunca desgastará por completo la piel con la que acariciar nuestros sueños y mantenernos en pie ante el dolor.