Asegura que la gente conoce cada vez más los problemas del calzado para la salud
13 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Enrique, pontevedrés de nacimiento, se hallaba en Madrid con la licenciatura de Educación Física en la mano cuando por determinadas circunstancias el colegio Peleteiro le llamó. Y ya se sabe como era doña Dolores, la directora, que le examinó a conciencia antes de integrarle en el equipo docente. Ya dentro, a las primeras de cambio fue designado coordinador deportivo del centro, con 600 alumnos a su cargo. Se sucedieron trofeos, trajo el hockey a Santiago y su hijo fue el primer jugador.
Con su vocación deportiva a cuestas pasó a impartir clases en la Facultade de Ciencias da Educación en los años 80. Además de promover y practicar diversas especialidades deportivas, fundó el Colegio Oficial de Profesores y Licenciados en Educación Física. Junto a ese abanico de disciplinas (todos los años pasan 90 chavales por sus manos en bádminton) es entrenador de fútbol titulado y participó en la formación de muchos árbitros y entrenadores. En paralelo al apego por la docencia y el deporte, Enrique se encaprichó de Compostela.
«Me enamoré de Santiago hasta tal punto que le mostraba a fondo la ciudad a quienes venían de fuera a visitarme. Soy muy aficionado a la historia del arte, conozco mi ciudad y me gusta enseñarla», recalca. Aunque es consciente de que hay compostelanos que no se sumergen en lo propio, destaca su implicación compostelana: «Me hechiza Santiago, me encanta patearla de noche. Me considero un picheleiro más».
Estando en el Peleteiro se apercibió de que no existía material deportivo especializado en las tiendas y decidió montar la suya en San Pedro de Mezonzo. Y luego 16 más en Galicia. Dentro de un par de meses celebra el 40 aniversario de Centro Deportivo, que hoy conserva tres establecimientos con el fútbol y el patinaje como referentes: «Santiago ahora mismo es la ciudad con la ratio más elevada de tiendas de deportes».
Deporte Solidario
No obstante, el comercio no es hoy su vida. Su vida y su profesión es la Universidad y la docencia: «Yo soy educador y me ha encantado serlo toda la vida». Incluso ejerce una docencia aplicada. Subraya la importancia que tiene para la salud de las personas que estas calcen y vistan adecuadamente: «El calzado es fundamental para el cuerpo. El pie es un elemento esencial que sostiene ese cuerpo».
Es consciente de que aún rige cierta ignorancia en este aspecto, pero ya no tanto: «La ciudadanía cada vez va sabiendo más de estas cosas». ¿Los tacones? Si uno abusa de los tacones altos corre el riesgo de sufrir lordosis, advierte Enrique. La pelvis se inclina, la columna se adapta a la pelvis y la salud corporal se complica: «Las mujeres son guapísimas con los tacones altos. Pero no deben utilizarlos mucho tiempo».
El diálogo transcurre y Enrique tiene a la vista una reunión preparatoria del Día del Deporte Solidario, uno de sus retos más mimados. Es el fundador de esta celebración, que se desarrolla en Área Central y en la que concurren simultáneamente 37 competiciones de especialidades deportivas diferentes. El pasado año asistieron 15.000 personas, recalca. Y se acerca la tercera edición en la que anda enfrascado.
Área Central, por cierto, está resurgiendo como el Ave Fénix y como el gran centro de referencia que es: «Vienen nuevas tiendas y hay grandes marcas en perspectiva que se instalarán pronto». Aparte de los negocios, confluyen en el recinto «eventos y actividades muy importantes».
Nombre. Enrique Viéitez Lamas, nacido en Pontevedra.
Profesión. Profesor en Ciencias da Educación en la Universidade.
Rincón. La plaza de Europa, en Fontiñas, porque le gusta y porque en ella nació de su mano el deporte solidario.