La nueva EDAR no funcionará hasta el 2023, con una vigencia de 50 años

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

Los petroglifos hallados en O Souto no impedirán la construcción de la depuradora

22 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La depuración del Concello de Santiago seguirá siendo deficiente en los próximos cinco o seis años, dado que la nueva EDAR de O Souto no estará funcionando hasta entonces. Así lo reconoció ayer la directora de Acuaes, el departamento de aguas del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, tras la comisión de seguimiento del proyecto, una reunión que se celebró en Raxoi a petición del gobierno local y en la que estuvo también el director xeral de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez, y el concejal de Medio Ambiente, Xan Duro. Entre la firma del convenio, la licitación de las obras, la redacción del proyecto constructivo y su supervisión, transcurrirán dos años, a los que hay que añadir los tres que se prevén para las obras. Todo ello para construir «un proyecto de futuro que sirva para los próximos 50 años», dijo Aránzazu Vallejo.

Y aunque lentos, los trámites siguen su curso. De hecho, tanto la directora de Acuaes como el director xeral de Augas de Galicia coincidieron a la hora de afirmar que la aparición de nuevos petroglifos en O Souto no paralizarán el proyecto. «Ya teníamos documentados otros petroglifos que no eran estos en el estudio arqueológico, y lo mismo pasó en Ferrol o en Pontevedra. Que los colectivos sean conscientes de que vamos a tener la máxima sensibilidad».

De hecho, el anteproyecto va a ser revisado y mejorado. En el tiempo transcurrido desde el anterior, la situación ha cambiado y se ha quedado obsoleto. En la reunión celebrada ayer en el concello estuvieron también técnicos de Augas de Galicia y de la Universidade que aportaron nuevos datos sobre el caudal que entra en A Silvouta tras la ampliación con el fin de ajustar los parámetros para que el agua de Santiago no quede sin depurar y para que no entre en las instalaciones el agua de lluvia que aminora el rendimiento de las mismas. Además, como indicó Roberto Rodríguez, el Concello deberá revisar la red de saneamiento, que presenta deficiencias, para que no lleve a la depuradora las aguas pluviales y no haya fugas de residuales por el camino. A mayores, la aparición de los petroglifos deberá ser tenida en cuenta también en el diseño para garantizar su conservación.

Todo ello obliga a revisar el proyecto y en esa tarea se invertirán los meses previos a la firma del convenio. Luego se procederá a la licitación de las obras, a su adjudicación, a la redacción del proyecto constructivo y por fin, empezarán los trabajos.