Acreditados a cátedra denuncian que la USC está a la cola en la promoción de su profesorado

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Dicen que el equipo de gobierno «despreza o talento» y piden que se diga cuántas plazas se van a crear este año

17 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya lo habían denunciado de forma reiterada, pero ahora lo hacen con datos. Los acreditados a cátedra de Santiago, un centenar de profesores de la USC que llevan años esperando a que se convoquen plazas de promoción, denuncian que la institución compostelana está a la cola de las universidades españolas en lo que a la promoción del profesorado se refiere. En una comparativa con las plazas creadas en las demás universidades, resulta que la USC se coloca al final de la lista, ya que no se convocó ninguna plaza de catedrático en el 1015 y solo se crearon cuatro en el 2016, algo que el gobierno de la USC justifica en la prioridad que le dio estos años a la estabilización del profesorado en detrimento de la promoción.

A entender de los afectados, estos datos -que contrastan por ejemplo con las 73 cátedras creadas por la Complutense o las 25 de la Universidad de Alcalá de Henares- demuestran cómo ninguna otra universidad española «despreza como a USC o talento do seu profesorado negando o dereito á promoción».

Sin crear ninguna plaza en el 2015 y con solo cuatro en el 2016 -cifra que los acreditados consideran «ridícula»- los datos analizados indican que la USC es la cuarta universidad española en la cola de la clasificación. «É significativo -dicen- que das 750 prazas que se convocaron en 2016 en toda España a USC represente o 0,5 % das promocións a cátedra do Estado».

Ante esta situación, los afectados siguen esperando una respuesta del equipo de gobierno de la USC, y desconocen además qué planes hay para el presente año con respecto a la promoción. «A opacidade coa se xestiona o número de prazas e criterios para as promocións é impropio dunha universidade que busque a excelencia e xestione ben os recursos humanos, e parece agochar a vontade de realizar políticas clientelares»,