El futuro del hospital de Galeras pende de que la Xunta apruebe el cambio urbanístico

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

El Concello deberá estipular las limitaciones de los usos terciarios que recoge la modificación puntual del PXOM

07 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La posible venta del viejo hospital de Galeras a la inmobiliaria que acaba de presentar a la Universidade de Santiago una oferta de compra por cerca de 7,2 millones de euros pende de un informe de la Xunta, que deberá dar el visto bueno a la modificación puntual de PXOM aprobada por el pleno de Santiago. En principio, no parece que vaya a ser un obstáculo para formalizar la operación, pero en una resolución de la Secretaría Xeral de Calidade e Avaliación Ambiental se especificaba que el Concello debería incluir en ese documento una serie de cuestiones que afectaban tanto a su valor patrimonial como a los nuevos usos que se le quieran dar. En concreto, la Xunta ampliaba el grado de protección que ya tenía la fachada a la escalinata monumental y a la fuente ornamental del complejo. Además, pedía a la administración local que estableciese limitaciones a los usos terciarios -que abren la posibilidad de abrir establecimientos comerciales en la planta baja- para que «non se desvirtúe o carácter dotacional da actuación».

En caso de que la USC apruebe la operación de compra-venta, estas cuestiones deberán ser tenidas en cuenta por Asteriscos Real Estates, la inmobiliaria que presentó la oferta. Aunque de momento se desconoce cuáles son las intenciones de la empresa con respecto a los futuros usos del edificio, deberá ceñirse a las opciones que ofrecen las normas urbanísticas, y que pasan por dos posibilidades; o bien se destina a usos residenciales comunitarios o bien a dotacionales. El primero pasaría por una propiedad compartida a la que se ajustaría un apartahotel, una residencia de ancianos o una residencia estudiantil, por poner algunos ejemplos. En el segundo encajaría una empresa de servicios sanitarios o sociales, como una clínica o un geriátrico.

La primera ficha, en todo caso, la tendrá que mover la Mesa de Poxa de la USC, que deberá decidir si la empresa que presentó la oferta es solvente y se ajusta a los requisitos de la venta.