El Concello planteará el autobús a la carta para ciertas zonas del rural

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

CARLOS FOLGOSO.

El modelo funciona en Vitoria y será una de las opciones en el estudio económico

24 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento de Santiago continúa con el proceso de redacción del futuro plan de transporte urbano que tendrá que ponerse en marcha el próximo año, cuando finalice la actual concesión. Tras la aprobación del plan, que está siendo modificado para introducir las sugerencias de las entidades vecinales, será el momento de realizar el estudio económico que analizará los costes del modelo, su viabilidad y planteará el tipo de gestión. El concejal de Mobilidade parte de la idea de que el nuevo transporte público no debería incrementar considerablemente el coste, que ahora le supone al Concello cuatro millones de euros, pero insistió en que la clave estará en conseguir que aumente el número de usuarios, y para eso es «indispensable atraer pasaxeiros tanto do rural como da zona urbana».

En el estudio económico se analizarán dos modelos. Uno, en el se proponen una serie de líneas y frecuencias concretas tanto para el ámbito urbano como para el rural, que representará un incremento de unos 20 kilómetros con respecto a la situación actual. La segunda, y más novedosa, es la opción en la que para determinadas zonas del rural, las que tienen menos usuarios, se establezca un transporte a la carta.

Este sistema, que ya funciona con éxito en Vitoria y que también fue sugerido por la Xunta de Galicia, supone que son los usuarios los que llaman al servicio para que el autobús acuda un determinado día y a una hora concreta al lugar demandado. Así, por ejemplo, si los alumnos de un centro educativo precisan de un autobús para ir al instituto a primera hora de la mañana, podrían avisar de ello y tendrían el servicio, pero no habría autobús cuando estos usuarios no vayan al instituto. Si un vecino acude al centro de la ciudad solo un día a la semana, y el resto de las jornadas no hay usuarios, el autobús iría el día requerido.

Este modelo de funcionamiento permitiría cumplir con el compromiso de dotar al rural de transporte urbano, y al mismo tiempo, supondría «que non se vaia das mans o costo do transporte», apuntó Duarte.

El estudio económico también tendrá que determinar el coste de los diferentes tipos de gestión. Se analizará tanto lo que supondría para las arcas municipales una gestión directa como lo que implicaría mantener el sistema actual o recurrir a un modelo totalmente privado. Con todos los números sobre la mesa se tomará una decisión.

Al Ayuntamiento ahora el transporte le supone un desembolso de cuatro millones de euros, pero con la ampliación del servicio al rural y a zonas urbanas a las que no llega en estos momentos, el concejal reconoce que habrá incremento. Duarte confía en que «non sexa excesivo» y en que se vea compensado con el aumento de usuarios «ao dar un mellor servizo».