Una firma compostelana revoluciona la investigación en los laboratorios

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Álvaro Ballesteros

Md Use comercializa un software que simula de forma virtual los experimentos y predice resultados, lo que ahorrará tiempo y dinero en industria y en educación

19 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nació a partir de una spin-off promovida por la Universidade de Santiago y hoy es una start up que cuenta entre sus socios con la USC y que está lista para captar clientes e iniciar su andadura como un negocio estable y prometedor. Se llama MD Use, y es, junto con otro proyecto de A Coruña, una de las cien firmas finalistas para participar el próximo mes de octubre en el South Summit, un encuentro de emprendimiento que reunirá en Madrid a los proyectos empresariales y tecnológicos más importantes del mundo.

Detrás de Md Use están la doctora Rebeca García como directora científica y el gerente Tomás de la Calzada; en total, ocho socios inversores además de la propia USC. Su proyecto promete revolucionar la investigación farmacológica y de otros ámbitos, como la industria cosmética o el sector de la pintura, además de ofrecer herramientas de gran valor en el campo de la formación y la educación.

Rebeca García y un equipo de la Facultade de Física llevaban tiempo investigando con moléculas, simulando su comportamiento en un ordenador, «y vimos que podíamos predecir de forma virtual lo que iba a pasar. Había una oportunidad de negocio porque era interesante para las empresas que hacen experimentos en laboratorios, surgió la posibilidad de poner en marcha una spin-off dentro de la USC -proyectos universitarios con posibilidades de convertirse en empresa- y después se sumó al proyecto Tomás de la Calzada como gerente. El año pasado la empresa se constituyó como sociedad limitada».

Desarrollaron un software científico que permite predecir en un ordenador los comportamientos de las moléculas, sobre todo la llamada ciclodextrina, que es en la que están centrando su modelo de negocio. Su uso en las empresas que llevan a cabo estos experimentos permitiría ahorrar tiempo y dinero a industrias que si solo trabajan en laboratorio se arriesgan a inversiones millonarias que pueden resultar fallidas, porque el experimento puede dar resultado o no. «No se trata -aclara Rebeca García- de sustituir el trabajo en laboratorio, pero sí de minorizarlo. Sacar un fármaco al mercado supone doce años de investigación y una inversión millonaria que podría ser menor con este sistema».

Están ultimando Ollomol, una aplicación que permite visualizar las moléculas en 3D, en realidad virtual y en realidad aumentada, además de permitir la impresión en 3D. Al margen de su aplicación en la industria, tiene usos educativos que se están probando con éxito y que ayudan en la formación de los estudiantes de los últimos cursos de Bachillerato y primeros cursos de grados como el de Química. Obviamente no es lo mismo ver una molécula en papel que observarla como es en realidad, en tres dimensiones. Para ello, Md Use diseñó unas gafas que permiten verlas en tres dimensiones y ampliadas, con una nitidez que hoy en día no puede conseguirse con un microscopio. «Las moléculas no son planas, son tridimensionales», recuerda la doctora.

Como cualquier equipo universitario que pretende hacer negocio a partir del campo de la investigación, contar con alguien que sepa diseñar el negocio y comercializarlo es imprescindible. Y ahí es donde entra Tomás de la Calzada, que tiene claro que se hace necesario comenzar «con un producto mínimo viable», el que ahora centra sus objetivos, «que con el tiempo nos puede llevar a un nicho de mercado que ahora no conocemos».

Transferir conocimiento

Ganadores de un Mentoring de la USC, cuentan con financiación del Santander, de Telefónica, de la Xunta y del Ministerio de Economía. De momento ya han llamado la atención en un foro de Florida como propuesta más innovadora, y su presencia en South Summit resulta muy interesante a la hora de captar nuevos inversores y para dar visibilidad a un ambicioso proyecto creado en el seno de la universidad compostelana, que en los últimos años ha puesto en el mercado medio centenar de firmas que cumplen con el objetivo de transferir a la sociedad lo que se invierte en investigación.

Las moléculas se visualizan en 3D, lo que facilita su estudio en las universidades