El rock alternativo de The Dandy Warhols desató la euforia entre el público en A Quintana

Sara P. Seijo, B.C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Xoán A. Soler

27 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La noche caía ya sobre una praza da Quintana abarrotada. El público esperaba impaciente. Sobre el escenario, las pegatinas de unos plátanos a medio pelar decoraban los instrumentos. The Dandy Warhols estaban en Santiago, a escasos minutos de hacer vibrar el monumento.

El concierto arrancó pasadas las diez, unos minutos de espera que parecieron eternos a los fans que se congregaron ayer en A Quintana. Pero en cuanto las luces del escenario se encendieron, el cuarteto hizo de su rock un deleite para los oídos.

Courtney, Peter, Zia y Brent demostraron en la capital gallega que, pese al paso de los años, pueden renovarse sin perder la esencia rockera con la que el grupo nació en 1994. Sobre A Quintana interpretaron varios de sus últimos temas recogidos en Distorland, álbum que estrenaron este año bajo un sello independiente. «Estuvimos tanto tiempo en la compañía EMI que habíamos olvidado esta libertad», comentó el cantante Courtney Taylor-Taylor. Pero el pasado también sonó en la monumental plaza. Canciones míticas como Bohemian like you, We use to be friends o Get off resonaron por el lugar y desataron la euforia entre los asistentes. Una auténtica fiesta musical.

El público aplaudió canción tras canción. Lo estaban haciendo. Estaban llenando Santiago con las mismas ganas con las que arrancaron en los noventa. Rock en estado puro.

Ni Courtney, ni Peter, ni Zia y ni Brent parecían cansarse sobre el escenario. Veintidós años de trayectoria profesional y personal recorriendo todo el mundo con sus éxitos. Y, tras una larga espera, aterrizaron en Compostela evidenciando que el chute de energía musical sigue siendo igual de impresionante que antes. Pasado y presente sobre A Quintana, unos The Dandy Warhols con más años encima pero con los mismos niveles de adrenalina en el cuerpo.

La plaza concentró ayer por la noche a varios miles de seguidores y curiosos de la banda de Oregón. El público cantó, bailó y aplaudió a un icono del rock alternativo. La cita fue un verdadero espectáculo musical.

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