El «pinchazo» de En Marea deprime a CA

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Noriega evita interpretar el resultado en clave local, pero admite «resistencias» en su gestión

28 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Preocupación mal disimulada en CA y alegría contenida en el PP. Podría ser ese el resumen de la resaca electoral en Santiago de Compostela. La clave está en discernir si unas elecciones generales pueden leerse en clave local, y aunque todos los grupos evitan hacerlo abiertamente, con la boca pequeña los analizan según como les fue en la feria.

El regidor compareció ayer con el estado anínimo tocado; él mismo lo reconoció, porque los resultados no fueron los esperados ni en el conjunto de España ni en Galicia, ni tampoco en Santiago. Pero Martiño Noriega eludió extrapolar los votos y achacó la pérdida de apoyos, que en la ciudad se tradujo en 2.600 papeletas menos respecto a los comicios de diciembre, «á desmobilización da esquerda». Sin embargo, teniendo en cuenta que la caída fue generalizada en las tres ciudades gallegas gobernadas por las mareas, admitió también que hubo «resistencias» que pudieron entorpecer la gestión local y dar lugar a «un desgaste». Y aunque ese desánimo tampoco le permitía ayer ser optimista con la vista puesta en otros comicios, el regidor no tardó en recuperar bríos y, respecto a la próxima cita con las autonómicas, aseguró que «cos datos na man» era posible arrebatarle la Xunta al PP. Se descartó una vez más como candidato, pero advirtió que él estará trabajando «na primeira liña» para hacer realidad ese objetivo.

El mal estado anínimo del regidor contrastaba ayer con la alegría en la casa popular. Aunque Agustín Hernández quiso ser cauto, agradeció a los compostelanos ese apoyo que permitió al PP recuperar casi cinco puntos respecto a las elecciones de diciembre. Destacó que de las 113 mesas del municipio, los populares solo habían perdido votos en cinco, e invitó a Compostela Aberta a abrir «unha reflexión» porque a su entender sí hubo un castigo en las urnas a la falta de proyecto en la ciudad.

De la misma opinión es el PSOE, que interpretó también la bajada de votos de En Marea en clave de castigo a la gestión municipal, y en cuento a la recuperación de 2,5 puntos por parte del PSOE, se debe, según Paco Reyes, a «un traballo responsable feito con humildade y sen tener ningún complexo».

Rubén Cela en cambio no quiso extrapolar a la política municipal los malos resultados del BNG, y confió en mejorarlos gracias al proceso de renovación en el que están inmersos los nacionalistas.