Mario Conde y la ética

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña EL MIRADOR

SANTIAGO CIUDAD

18 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

a Facultade de Económicas e Empresarias es una de las más masificadas de la USC. Ya lo era en los felices ochenta, cuando se llenó de jóvenes engominados deseosos de seguir los pasos de Mario Conde, que era entonces el personaje más admirado del país y que iba por ahí dando lecciones sobre cómo hacerse rico en un par de magistrales operaciones financieras. Por el contrario, la Facultade de Filosofía tiene cada vez menos alumnos. Sin embargo, la USC la mantendrá abierta. Logró de la Xunta que se lo permitiese porque esa especialidad no se oferta en ningún otro campus gallego, pero el equipo rectoral defiende su permanencia por otros motivos. Porque como dijo hace poco el vicerrector de Oferta Docente, Roberto López, «hoxe o sentido crítico é máis necesario que nunca». Detrás de esta reflexión está el debate sobre si la universidad debe ser un camino cuya meta está en el mercado laboral o si su objetivo principal señala hacia el enriquecimiento como persona, y en ese contexto se sitúa también la controversia sobre la permanencia de algunos contenidos universitarios de escasa salida laboral, como ocurre en el caso de la Ética o de la Filosofía. El modelo de Mario Conde está desfasado y hoy los universitarios gallegos aspiran a ser un Bill Gates o un Stephen Hawking. Pero no debemos perder la perspectiva, porque la corrupción nos sigue escandalizando todos los días. Mario Conde fue doctor honoris causa de la Complutense, reconocimiento que luego le fue retirado. Ayer, en la USC, fue investido Trillas, que aboga por investigar al margen de las tiranías del mercado.