La mejora del ILS obligará a desviar vuelos en Lavacolla durante un mes

s. lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

x. a. soler

El sistema para operar con niebla ya está desactivado para instalar antenas flexibles

09 jun 2016 . Actualizado a las 00:31 h.

Primero abordaron las obras los aeródromos de A Coruña y Vigo, y ahora los trabajos afectarán en Lavacolla. Los usuarios del aeropuerto de Santiago ya comenzaron ayer a padecer los contratiempos a los que seguirán expuestos durante las próximas cuatro semanas, provocados por la desconexión del sistema ILS III, el más avanzado de los dos con los que está dotado para operar en condiciones de niebla. La primera jornada con ese dispositivo desactivado, para realizar unos ajustes a los que obliga la normativa de la UE, se saldó con cuatro vuelos desviados en la brumosa mañana de ayer. Tres aterrizaron en Vigo: los procedentes de Valencia (operado por Ryanair), Bilbao (Air Nostrum) y Madrid (Iberia). Y el cuarto, con origen en Barcelona (Ryanair), tomó tierra en Oporto.

Los perjuicios para los usuarios son tan flagrantes como inevitables. Aena explica que tiene que acometer el proceso de certificación que exige la UE para que las aerolíneas puedan operar obliga, en el caso de Lavacolla, a liberar la pista de cualquier elemento frangible, es decir, que pueda quebrarse o partirse. Y esto afecta, por ejemplo, a las antenas que forman parte del ILS. Por tanto, los ajustes se centrarán en la sustitución de esos elementos rígidos por otros flexibles, de forma que puedan doblarse sin romper ante cualquier eventualidad. Esos trabajos, según las estimaciones de Aena, se extenderán hasta el próximo 7 de julio, cuando el gestor aeroportuario tiene previsto volver a conectar el sistema para operar con condiciones de menos visibilidad.

En la elección del calendario para estos trabajos, Anea ha valorado dos aspectos. Por una parte, el hecho de que tanto Alvedro como Peinador ya realizaron antes las modificaciones necesarias para acreditar la obtención de la certificación comunitaria. Esta programación escalonada de las reformas eleva las posibilidades de que los vuelos desviados puedan aterrizar en A Coruña o Vigo, de modo que el contratiempo para los viajeros sea menor que si tienen que trasladarse, por ejemplo, desde Oporto hasta Santiago. El segundo aspecto explica por qué Aena se ha decantado por este mes para abordar esas obras. Fuentes del gestor aseguran que la decisión se adoptó con arreglo a los resultados de un estudio sobre las condiciones de visibilidad en los últimos 25 años. Ese informe concluyó que el mes con menos días de condiciones de baja visibilidad es junio.

Claro que esa deducción responde a parámetro puramente estadísticos, que no garantizan que en las próximas semanas el aeropuerto compostelano no amanezca en muchas jornadas envuelto en un manto de brumas. El primer ejemplo de la volatilidad de las estadísticas, cuando a meteorología se registró ayer, con los desvíos referidos de cuatro vuelos que trastocaron los planes de decenas de pasajeros.