«O camiño foi longo, pero tiña claro onde quería ir e apostei por elo»

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Nico Casal ofreció el tradicional posado con vistas al Obradoiro durante su visita a Raxoi.
Nico Casal ofreció el tradicional posado con vistas al Obradoiro durante su visita a Raxoi. sandra alonso< / span>

Casal reconoce que su verdadero sueño sería «seguir vivindo da miña vocación»

12 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Nico Casal nunca imaginó que su música le llevaría a la meca del cine para disfrutar de la ceremonia de los Oscar casi tanto como Leonardo Di Caprio. Y lo saboreó cargado de lágrimas al ver como Stutterer, el cortometraje al que puso música, se alzó con la afamada estatuilla, una para la productora y otra para el director, que fue quien lo embarcó en la aventura que se transformó en un sueño Made in Hollywood en el que reconoce que aún está sumido.

Y aún estando en plena nube, ayer entró casi de puntillas por la puerta del pazo de Raxoi aunque era el protagonista de la jornada, al que le deparaba una recepción institucional en toda regla con posado incluido en el balcón del consistorio y charla distendida con la clase política de su ciudad, a la que ha vuelto durante unos días para descansar, dejarse querer y disfrutar de las calles de Compostela con sus amigos. Pese a su gesto casi de miedo escénico, sus palabras antes y después de la recepción oficial demuestran que pese a no llegar a la treintena sabe muy bien dónde está, y sobre todo, tiene claro, que quiere seguir ahí.

«O camiño foi longo, pero con moita ilusión, porque sempre tiven claro onde quería ir e apostei por elo, simplemente», explica, pero también reconoce que ni por asomo pensó en formar parte del sueño de los Oscar. «Non estaba nos meus plans, pero a verdade é que estou moi contento, aínda non baixei da nube e vou tardar en facelo», señala. Pero también posa los pies en la tierra y por momentos se le olvida que hace semana y media estaba allí y su vida sigue con la música como referente.

De su visita a Santiago se lleva un regalo del Concello, una «lámina preciosa» y el agradecimiento de todos. «É un orgullo para a cidade», reconoció el alcalde compostelano, Martiño Noriega, tras la recepción en la que señaló que su trayectoria «é representativa da de moitos mozos que pelexan por un soño e teñen que marchar».

Nico Casal vive en Londres y allí fue donde conoció al director del corto que lo llevó a la meca del cine para disfrutar de la ceremonia, algo bastante inusual. «Para min xa foi toda unha experiencia, porque é difícil que a esta cerimonia vaia máis xente do equipo que a produtora e o director. E por riba tiven a ocasión de estar tres días despois da entrega na mesma casa ca eles e era surrealista estar comendo e almorzando cos Oscar alí diante».

Con este trabajo en su haber y con solo 29 años Nico Casal quiere seguir componiendo, «ter máis proxectos e mellores, facer máis películas, seguir desfrutando da miña paixón, xa que sería moi afortunado se podo seguir vivindo dela, porque é a miña vida». ¿Y un Oscar para el solito? Pues también: «Agora non podo pensar neso, prefiro non facelo, aínda que estaría moi ben volver alí e intentar conseguir un como mellor compositor».

Comer, descansar y dormir

Con una estatuilla en casa del director, otra en la sede de la productora y él con su regalo institucional del Concello de Santiago bajo el brazo, Nico Casal aprovechará los próximos cuatro días para «descansar, comer durmir e durmir, e facer visitas». Una de ellas, impepinable, será el domingo en Ourense para ver a sus abuelos, recibir unos cuantos achuchones y dejarse querer. «Ver o mar», es otro de los deberes que se ha puesto Nico Casal, cuya música ilumina conocidas campañas publicitarias de vehículos, bancos, firmas deportivas y también partidos políticos.