El Clínico recurre a una planta del Gil Casares para afrontar el repunte en urgencias, pero niega «colapso»

Europa Press

SANTIAGO CIUDAD

CIG Saúde asegura que la saturación es «total e absoluta» y acusa de «falta de previsión e organización» a la gerencia. 

12 feb 2016 . Actualizado a las 18:43 h.

El Complejo Hospitalario Universitario de Santiago ha recurrido a una planta del Gil Casares, «normalmente pechada porque non é necesaria», según explican fuentes del Clínico, para hacer frente al repunte registrado en el servicio de urgencias desde comienzos de esta semana.

Las mismas fuentes niegan que se esté produciendo un «colapso», ante la denuncia realizada este viernes por la central CIG Saúde, que asegura que la saturación es «total e absoluta» y acusa de «falta de previsión e organización» a la gerencia y dirección de enfermería de esta área.

En concreto, se refiere a la situación vivida en la tarde noche de este jueves, con «355 pacientes vistos ata as 00.00 horas» y 23 «pendientes de ingreso nas unidades». Habla este sindicato de 49 pacientes en una sala de observación que estuvo «chea», como la de monitorización, con otras ocho personas, y una veintena, de acuerdo con sus números, en boxes.

Apunta, igualmente, a la presencia de 13 enfermos en la sala de sillones «e catro máis na sala de curas para unha soa enfermeira». «Falta total de previsión por parte desta xerencia», resume, antes de advertir de que el Hospital do Barbanza se encuentra en la «mesma situación».

Versión del Clínico

Por su parte, las fuentes del Clínico consultadas niegan dicho «colapso», pero sí han reconocido que en los tres últimos días -desde el lunes, pero fundamentalmente a partir del martes- «hai un incremento de demanda de atención de urxencias».

Según señalan estas fuentes, el servicio está registrando datos esta semana «por encima da media» del año pasado, cuando era de unos 300 usuarios, y ahora supera esa cifra de pacientes. «Efectivamente, hai traballo», apuntan.

No obstante, ante este panorama, defienden haber «reforzado» los recursos humanos tanto en urgencias como en las plantas de hospitalización, un refuerzo «de personal sanitario, médico e de enfermería».

Asimismo, resaltan que están operativos «todos os dispositivos», y en el caso de la hospitalización, refieren al «recurso a maiores» que supone la mencionada planta del Gil Casares, «normalmente pechada porque non é necesaria», pero que se abre «cando hai picos de gripe, para persoas con infeccións respiratorias».

Ahí, según afirma el Clínico, en este momento «hai espazo», puesto que la planta del Gil Casares está, según sus estimaciones, a un 50% de su ocupación.

En este sentido, insisten en que sí hay «máis demanda de actividade», pero rechazan que exista «problema asistencial», al disponerse «solucións».

Acerca del refuerzo con «máis xente», apuntan que «as contratacións van variando», y que el personal «se contrata por turnos, en función da demanda», por lo que la cifra está «constantemente en cambio».

Por último, en relación con la presencia de pacientes en los pasillos, explican que, «como hai máis actividade», también se dan «momentos en que vai máis lento» el tránsito, y al haber demanda de más gente, ven inevitable que esto se produzca, porque «ese trámite é necesario», y las urgencias se atienden en función de la prioridad.

Pero niegan que se esté «horas nos pasillos esperando» y solicitan de la población «un pouco de comprensión» en estos momentos de repunte por la gripe, que se produce todos los años.