Un grupo de alumnos de la USC se embarca en un insólito trabajo de sensibilización
24 nov 2015 . Actualizado a las 17:36 h.El copiar se va a acabar. O, al menos, debería acabarse. Este es el reto en el que se ha embarcado un grupo de estudiantes de la USC. Unos quince alumnos de cuarto de Psicoloxía trabajan en una insólita campaña de concienciación con la que persiguen que cale un mensaje entre el resto de los universitarios de su facultad, y es que el compañerismo no consiste en ayudar al vecino a copiar en los exámenes, sino en no hacerlo, porque con ello están perjudicando al resto.
La iniciativa forma parte de un trabajo en equipo de la asignatura Psicología de la Intervención Social y Comunitaria II, impartida por la profesora Mar Durán. Esta explica que pidió a sus alumnos que llevaran a cabo una intervención práctica para que se implicaran más en la comunidad universitaria. Y, valorando las necesidades de su entorno, uno de los grupo decidió llevar a cabo esta campaña de sensibilización.
«Se trata de fomentar hábitos saludables, cambiar valores, actitudes y conductas que fomenten el compañerismo, el trabajo en grupo, la ayuda mutua, la responsabilidad y mejorar la autoestima a través del trabajo bien hecho y no a través de atajos que nos pasarán factura en un futuro y que se podrían convertir en una competición desleal para acceder a becas, másteres o doctorados», indica la profesora, quien reconoce que le sorprendió la «valiente» iniciativa de estos alumnos.
«Esta es una facultad con medias muy altas y hay mucha competitividad a la hora de conseguir buenos resultados», continúa, de modo que el que copia está tirando por tierra el esfuerzo de sus compañeros a la hora de acceder a otros planes de estudio. «Hay que pensar que una décima puede dejar fuera a otros alumnos», subraya Durán.
Tanto esta como el grupo de estudiantes que trabajan en la campaña hacen hincapié en que «no existe un hábito masivo de copiar, o no más que en otras facultades, solo una minoría lo hace, pero acaba perjudicando a los demás».
Para evitarlo, este grupo de alumnos ha llevado a cabo una recogida de firmas entre sus compañeros, con el objetivo de conseguir una autorización por parte del decanato para llevar a cabo en su facultad las iniciativas planeadas. Entre ellas, está realizar una conferencia en la que se hablará de este tema y en la que buscan implicar tanto al alumnado como a los profesores, y darle eco a través de carteles que colgarán en la Universidade.
En este sentido, desde el grupo de alumnos implicado en el trabajo insisten en que esta es una intervención a nivel interno dentro de su facultad, que no repercute al conjunto universitario.
¿Hay que acusar al que copia?
Desde que se hizo la recogida de firmas entre sus compañeros de cuarto curso, el debate recorre los pasillos de la facultad. ¿Está bien copiar? ¿Hay que acusar al que lo hace? ¿Qué responsabilidad tienen los profesores en que los alumnos copien o dejen de hacerlo en sus exámenes? Lo cierto es que no hay una contestación unánime por parte de los universitarios.
La profesora que tutoriza a los alumnos que promueven la campaña aclara que «no se trata de hacer una caza de brujas» y delatar todo aquel que copie, sino que el objetivo de este trabajo es apelar a la responsabilidad propia de cada uno e intentar que se produzca un cambio de valores, para que lo socialmente aceptado sea no copiar en vez de chivar o ayudar a otro a subir su nota de forma fraudulenta. «Yo les digo a mis alumnos que no pueden intentar cambiar el mundo, pero sí su entorno», resume Durán.
campaña en la facultad de psicoloxía
«Hay medias muy altas y mucha competitividad a la hora de conseguir buenos resultados»
Mar Durán
«No existe un hábito masivo de copiar, o no más que en otras facultades, solo una minoría lo hace»
Alumna de Psicoloxía