Pontepedriña tendrá en enero un aparcamiento disuasorio y gratuito

Santiago / La Voz

SANTIAGO CIUDAD

Las obras, que comenzaron en julio, tienen un plazo previsto de ejecución de seis meses.
Las obras, que comenzaron en julio, tienen un plazo previsto de ejecución de seis meses. Marta Ferreiro< / span>

Las obras van a buen ritmo y tendrán capacidad para doscientos vehículos

31 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Pontepedriña es uno de los barrios con más problemas de aparcamiento por su proximidad al centro y las nuevas edificaciones que han llevado a esta zona compostelana a muchas familias. De ahí las necesidades de estacionamiento, que muchos conductores solucionaban bajo el viaducto del ferrocarril, en una explanada sin asfaltar que cuando llueve se convierte en un auténtico barrizal. Ya en diciembre del pasado año la conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Ethel Vázquez firmó un convenio con el ex alcalde de Santiago, Agustín Hernández, para construir un aparcamiento en esta zona y que dé servicio a los vecinos y trabajadores que deben desplazarse a esa zona, y según las previsiones de la Xunta la obra estará lista en enero.

A principios de julio comenzaron los trabajos, que habilitarán a ambos lados de la rúa Escultor Camilo Otero más de 200 plazas, en concreto 210, de las que la mayoría, 184, serán para vehículos ligeros y el resto para motocicletas. Las obras han provocado el cierre de esa calle, por lo que los conductores deben utilizar la rotonda de la Galuresa o la del Castiñeiriño para dirigirse a esa zona. Con un plazo de ejecución de seis meses, las obras no han tenido ningún imprevisto, por lo que la estimación es que a principios del 2015 pueda abrirse ya para el uso de los compostelanos.

702.000 euros

El acondicionamiento tiene un presupuesto de 702.000 euros, financiado de forma íntegra por la Xunta de Galicia. La empresa adjudicataria de la obra, a la que se presentaron más de una treintena de empresa constructoras, es F. Gómez y Cía S. L., que trabaja acondicionando las explanadas para que los coches circulen sin problemas, y adecuar también la parada de autobús situada en la rúa Amor Rubial debajo del viaducto del ADIF. Para ello se ampliará la acera en la que se ubica la parada y se mejorará la iluminación del entorno, para potenciar que los usuarios dejen allí el coche y utilicen los medios de transporte públicos para acudir al centro.

En el entorno del aparcamiento y en la zona central del mismo se habilitará una zona verde con árboles a lo largo de todo el perímetro que rodea esta infraestructura. Además del acondicionamiento de la parada de autobús se colocarán bancos para hacer más gradable el entorno y tres puntos de luz.

Cerca de la estación de tren

La Consellería asegura además que será de uso gratuito. Otra de las ventajas de este aparcamiento es la proximidad con la estación de tren. De hecho, no son pocos los vecinos de la ciudad y alrededores que ya dejaban en el coche en ese aparcamiento cuando estaba sin regular, para después desplazarse en tren a su lugar de trabajo.

La nueva infraestructura incidirá en la accesibilidad de los compostelanos, ya que la parcela se sitúa debajo del viaducto del ferrocarril, próxima a la estación y en las inmediaciones del nudo de Cornes, entre la SC-20 y la glorieta de la Galuresa, que además se estaba utilizando de forma habitual como aparcamiento. La mayor parte de los terrenos eran propiedad del ADIF, que acabó cediendo una superficie de 4.254 metros cuadrados. También hubo que expropiar otros mil metros cuadrados propiedad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias.

Tras la firma del convenio entre Medio Ambiente y el Concello en diciembre del 2014, en junio de este año la Xunta de Goberno local otorgó la licencia a la consellería para la construcción del aparcamiento. Una vez concedida, las obras empezaron un mes después, en concreto lo hicieron el pasado 6 de julio, habilitando una valla de seguridad a lo largo de todo el trazado del viaducto del tren como medida de protección.

Los estacionamientos de Salgueiriños y Santa Marta no solucionan el problema

Los aparcamientos de borde, periféricos o disuasorios, tienen un claro objetivo, que trabajadores y turistas dejen sus vehículos en estas zonas y no colapsen el centro con el fin de que los cascos urbanos sean espacios más tranquilos y ordenados.

En Santiago funcionan dos, el de Santa Marta y el de Salgueiriños, pero lo cierto es que las calles del Ensanche y los periféricos siguen saturándose cuando los turistas acuden masivamente a la ciudad, comienza el curso escolar, o se registran más lluvias de las habituales. Pero ni uno ni otro están dando los resultados esperados. En el de Salgueiriños apenas aparcan coches -sí lo hacen más autobuses y autocaravanas-, y tampoco convence el de Santa Marta. La realidad es que aunque cada uno de ha habilitado en un extremo de la ciudad para disuadir a los conductores de meterse con el coche en el centro, lo cierto es que su lejanía con las principales calles de la ciudad y el casco histórico acaban provocando que pocos dejen el vehículo, y de hecho párkings de pago pero con precios más asequibles como el de Xoán XXIII o el de Belvís suelen ser una solución para muchos conductores.

San Lázaro sí

Sí tiene un nivel de ocupación muy elevado el de San Lázaro, en el que durante el día es muy complicado encontrar una plaza libre. Se trata de un estacionamiento con una capacidad limitada y que está rodeado de oficinas y centros de trabajo, entre ellos las sedes de todos los sindicatos autonómicos, varias consellerías o incluso de algún partido político, lo que provoca que sea un párking muy utilizado pero no disuasorio. Es probablemente lo que vaya a ocurrir con el de Pontepedriña, que más que convertirse en una zona para dejar el coche por parte de aquellas personas que van a acudir al centro, se usará como estacionamiento por parte de los estudiantes que dejan allí el vehículo toda la semana, de trabajadores que cogen el tren, o de los que tienen trabajo en el propio barrio.