El desencuentro Feijoo-Noriega se agrava horas antes de que se reúnan

M.CH. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El presidente recuerda ante el alcalde que supone «unha honra representar a todos os santiagueses» en la ofrenda a la que el regidor se negó a acudir

26 jul 2015 . Actualizado a las 11:54 h.

«Últimamente veo más a Feijoo que a mi propia pareja», bromeó ayer el alcalde de la ciudad, Martiño Noriega, en declaraciones a la prensa. Se refería al hecho de que él y el presidente de la Xunta hubiesen coincidido hasta tres veces en solo cinco días: con motivo de una reunión en el Gaiás de los directores de los centros del Instituto Cervantes, el 21; en la noche del 24, para presenciar los fuegos del Apóstol desde el Hostal dos Reis Católicos; y, ya el 25, con ocasión de los actos civiles del Día de Galicia convocados en Compostela. Pese a todas esas ocasiones en que han compartido espacio, el desencuentro entre el jefe del Ejecutivo autonómico y el regidor de la capital de la comunidad se ha agravado. Y lo ha hecho cuando restan apenas unas horas para que ambos mantengan, en San Caetano, su primera entrevista institucional. Será el martes al mediodía.

Porque Feijoo, siempre implícitamente, no solo expresó ayer dentro de la catedral su disgusto con la decisión de Noriega de romper la tradición y no acudir a la ofrenda al Apóstol. Lo reiteró también fuera y delante del primer edil, durante un breve discurso pronunciado tras la misa, en el pazo de Raxoi. «É unha honra, na miña opinión, representar ao pobo de Galicia nunha ofrenda. Ademais, é unha honra facelo nun dos símbolos máis importantes da nosa historia, nesa catedral. [...] É unha honra tamén facelo en nome de todos os santiagueses», espetó el mandatario popular ante quien considera inapropiado ejercer ese rol.

Además, con el ánimo de resaltar más la estrecha relación entre la Iglesia y la ciudad, Feijoo recordó que el propio logotipo del Ayuntamiento es una representación de la basílica. Igualmente, de su puño y letra dejó escrito en el libro de honor del Concello: «Santiago non sería Santiago sen [o apóstolo] Santiago».