«Ya que ponen el radar, que se acuerden también de arreglarla»

X. Melchor, E. Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Taxistas, transportistas y estudiantes sufren a diario los peligros del tramo

05 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

José Miguel Pérez es el presidente de los taxistas de Santiago, uno de los colectivos que tiene que sufrir a diario el pésimo estado de conservación y la peligrosidad del tramo de la N-550 que une la ciudad con Ordes. «Está fatal, sobre todo hasta Oroso. De noche es aún peor, porque la señalización está tan mal que a oscuras no se ve nada», asegura.

El representante de los taxistas compostelanos tiene claro que es una carretera «peligrosa» porque «está toda cuarteada» y se queja de que «ya que se acuerdan de poner el radar cada dos por tres, porque la tienen minada con el radar, que se acuerden también de arreglarla. ¿No era que un porcentaje de las multas va para la reparación de las carreteras? Pues aquí no se ve, ¿eh? Aquí se acuerdan de poner el radar, pero de otra cosa no se acuerdan», resalta.

Las quejas por el estado del firme y por lo que muchos consideran un pintado muy deficiente de las líneas en varios puntos, especialmente en Sigüeiro, se extienden por todos los núcleos que vertebra la N-550.

Los vecinos de Ordes conocen a la perfección los puntos negros del vial. Carmen García Liñares es toda una experta, pero el doctorado en prevenir accidentes se lo da circular habitualmente por la carretera de Mercurín. Sobre la N-550, resalta que el estado del firme es «pésimo» y se pregunta por qué no se exigen responsabilidades políticas cuando hay accidentes con víctimas vinculados a la falta de mantenimiento. Sobre el trazado entre Santiago y Ordes, dice que la mala señalización es un verdadero problema.

También en Ordes, Javier Romero cree que el firme «está cada vez peor» y reconoce que algún susto sí que atesora al volante. Alejandro Míguez, otro joven conductor, está acostumbrado a sortear los baches.