La representación nacionalista en las ofrendas siempre fue objeto de polémica

M.O. santiago / la voz

SANTIAGO CIUDAD

11 jun 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

La polémica por las ausencias tanto en la ofrenda al Apóstol como en la del Antigo Reino de Galicia en Lugo no es nueva en la ciudad. Sin ir más lejos, en esta última fue notoria la falta de representatividad de Compostela en la del año pasado. Con tan solo cuatro ediles en el gobierno local, después de la inhabilitación de siete concejales del ejecutivo de Ángel Currás y la dimisión de otros dos, la capital no estuvo presente en la catedral lucense en el 2014. Currás y Reyes Leis declinaron entonces la misma invitación que ayer evitó Noriega, aunque por otro motivo. El regidor y la primera teniente de alcalde asistieron aquel fin de semana a los actos de incorporación de Úbeda y Baeza al grupo español de Ciudades Patrimonio. Leis justificaba la ausencia capitalina en que había que establecer prioridades. Y Agustín Hernández esquivaba ayer la cuestión, tras valorar como un «erro» la decisión de Noriega: «Terán que preguntar ao anterior alcalde e a concelleira», zanjó. Pero donde la polémica sí ha sido recurrente desde finales de los noventa es en los actos oficiales del día del Apóstol. Con el BNG ya en el gobierno han sido contados los actos en que participaron los nacionalistas. Y cuando lo hicieron, como en 1999, estando a punto de entrar en el ejecutivo tras las elecciones de ese año, no se libraron de la reprobación de algunos sectores de su propia formación, mientras que sus ausencias siempre fueron cuestionadas desde el Partido Popular. Claro que, al contrario que Compostela Aberta, los nacionalistas eran entonces el socio minoritario del gobierno bipartito y nunca se vieron en la tesitura en que podría verse Martiño Noriega como máximo representante de la ciudad después del día 13, una tesitura que quiere evitar con contactos previos con la Casa Real. Reacio a participar en las ofrendas religiosas del 25 de julio, el BNG sí estuvo presente en alguna. Con Sánchez Bugallo como oferente por delegación regia en el 2001, Encarna Otero, entonces primera teniente de alcalde, tuvo que asumir la alcaldía accidentalmente durante esa jornada. A ella le correspondió encabezar la recepción en el pazo de Raxoi y asistió a la ofrenda, como hizo en otras ocasiones también en la de diciembre, la de la Traslación.