«Empecé a trabajar a los 18 años y ahora con 48 iré a la universidad»

Cada uno tiene su edad y su historia personal. Unos dejaron los estudios por obligación, otros porque estaban cansados, y algunos porque querían ponerse a trabajar ya. Pero al final, años después, decidieron que querían acceder a la universidad. Y lo consiguieron. La Universidade de Santiago entregó los diplomas a los alumnos que superaron las pruebas de acceso universitario para mayores de 25 y de 45 años, que el curso que viene serán ya estudiantes de alguna facultad gallega. En total fueron 45, aunque por motivos laborales o personales solo la mitad pudieron acudir a este acto de reconocimiento celebrado en el Colexio de San Xerome.

Raquel Cerviño, de 26 años, es de Vigo y dejó el instituto antes de acabar bachillerato. «Lo dejé porque estaba desanimada y empecé a trabajar». En aquellos años, el 2007, era fácil encontrar un empleo. Lo hizo de teleoperadora, y nunca tuvo problemas por falta de trabajo, porque su familia tiene un negocio de hostelería, así que estos dos últimos años estuvo colaborando con ellos. Pero tenía el gusanillo de la educación musical, ya que estudia canto y piano, y probó suerte con el examen de acceso. «He sacado buena nota, así que confío en estudiar Educación Musical en Pontevedra». Lo hace con muchísima ilusión: «Quiero sacar curso por año y después presentarme a las oposiciones de educación».

Sonia Suárez cumple 48 años en breve. «Hice al revés de todo el mundo», cuenta. Trabaja y tiene un pequeña empresa. «Empecé a trabajar con 18 y ahora con 48 iré a la universidad», apunta. Estudiará una carrera relacionada con ciencias de la salud, porque además le servirá para su negocio. Tiene un hijo pero tiene claro que «con esfuerzo y organizándose sé que voy a poder».

Vanesa Juncal ingresará en la universidad con 25, prácticamente como muchos estudiantes de facultad. En su caso prefirió hacer dos ciclos medios en lugar de ir a la universidad, pero al matricularse en la escuela de idiomas comenzó a sentir interés por estos. Hará Traducción e Interpretación en Vigo, «preparé las pruebas de acceso solo dos meses, por lo que el primer año iba a ser una prueba, pero cuando me enteré de que había aprobado me ilusioné muchísimo».

Acompañando al rector, Juan Viaño, y al responsable del programa Ponte, Luis Hervella, estaba también Catalina Puy, alumna de Ciencias da Comunicación, que hace seis años accedió mediante este programa: «Hai nada eu estaba aí como vós morta de medo. Son nai e traballo, se o conseguín eu, vós podedes», animó Catalina a los que inician la universidad con algo de experiencia a sus espaldas.

«Dejé el instituto porque estaba desanimada. Ahora me coge en una edad más madura»

Raquel Cerviño

«Hice al revés que todo el mundo, estudié BUP y me puse a trabajar ya con 18 años»

Sonia Suárez

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