Tres días de café, nervios y apuntes

SANTIAGO CIUDAD

El 90% de los jóvenes que se presentan a la Selectividad en junio aprueban, pero ese dato alentador no calma la ansiedad de los que se juegan su futuro en siete ejercicios

07 jun 2017 . Actualizado a las 13:32 h.

Una cámara acorazada guarda celosamente los exámenes de Selectividad desde principios de marzo. Y no verán la luz hasta la mañana del 18 de junio, cuando viajarán en furgón blindado hacia las facultades que acogen la celebración de la temida prueba.

Todo son nervios desde hace aproximadamente una semana, cuando finalizaron las clases en los 18 centros que imparten bachillerato en Santiago. Después de las notas, toca preparar los exámenes que abren las puertas al mundo universitario. Muchos optan por repasar en casa, pero son mayoría los que por primera vez abren los libros en las bibliotecas de la USC, donde los universitarios ya hincan los codos para los finales, o se apuntan a una academia que los guíe en las «seis ou sete horas diarias, en horario intensivo de mañá» que dedican al estudio. El perfil de los que se matriculan en las clases preparatorias tiene dos variantes: «Ou son alumnos moi bos que queren entrar nunha carreira cunha nota de corte moi alta, ou son rapaces de cinco que teñen medo a suspender a Selectividade». La Academia Logos, que dirige Manuel González, sigue una metodología centrada en el formato de la prueba, «porque son moitos os mozos que a estas alturas nunca se enfrontaron a un exame de este tipo».

En la otra cara de la moneda están aquellos que desde enero redactan las pruebas de Selectividad. Eduardo Moscoso es quien se encarga del examen de Lingua Galega desde hace unos años. «A principios de marzo teño que entregar persoalmente seis modelos de exame, coas correspondentes opcións ao presidente e mais ao secretario do Tribunal único». Es entonces cuando, mediante sorteo, se escogen tres de las pruebas redactadas, una para la convocatoria de junio, otra para la de septiembre y otra de reserva. Solo el presidente y el secretario del Tribunal pueden conocer las preguntas de los modelos seleccionados.

Esta custodia estricta de los exámenes se estableció en 1992, cuando hubo que repetir la Selectividad tras descubrirse la filtración de tres ejercicios. Sin embargo, hoy en día es «prácticamente imposible» que los alumnos tengan acceso a las preguntas antes del examen. Habrá que desterrar entonces el bulo que corre por Compostela desde hace décadas sobre un colegio privado que todos los años «tiene los ejercicios».