Vista Alegre ya ve cercano el final de sus obras, que cumplen dos años

CARLOS REY, j. c. SANTIAGO / LA VOZ

SANTA COMBA

El 15 de enero es la fecha señalada por el Concello para finalizar los trabajos, que habían comenzado en verano de 2014

29 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las obras públicas, sobre todo las que implican a barrios enteros, suelen retrasarse. Compostela no es una excepción, pero hay una zona que tiene la dudosa fortuna de ostentar el récord: Vista Alegre. Los trabajos para rebajar las aceras, eliminar terrazas elevadas y túneles dieron comienzo en julio de 2014.

El proyecto estaba dividido en dos fases que, además de no incluir todas las acciones que se habían previsto, estaban interconectadas, de tal forma que una no podía concluir hasta que terminase la otra. La primera de ellas debería haber concluido en febrero de 2015. Sigue activa.

El cambio en la alcaldía trajo consigo una modificación del plan original: se añadió una tercera fase para paliar los defectos de las dos anteriores. Sin embargo, la demora en el proceso de aprobación de este nuevo paquete de actuaciones, que comenzó la semana pasada, también generó descontento entre los vecinos, que ahora se muestran al fin satisfechos al ver más cerca el final de su calvario particular: las obras en su barrio acaban de cumplir dos años.

Recientemente se ha abierto al tráfico la calle Parque de San Xoán, ya que surgió un problema con el cableado de la vía, que ahora se encuentra parcheada. La tercera fase ha traído consigo el cierre de Bispo Diego Peláez, en la que ya se ha levantado el pavimento y se están reacondicionando cables y tuberías subterráneos. Todavía queda igualar la altura de todas las aceras, lo que también supondrá un respiro para el comercio de la zona, seriamente perjudicado por la continua ampliación de plazos.

Peticiones por cumplir

Los vecinos, a pesar de estar satisfechos con los últimos avances tanto en las obras como en la relación con el Concello, siguen exigiendo que se reforme la rúa de Santa Comba para permitir que se pueda aparcar en batería. Para ello recomiendan la reducción de una pequeña zona verde que separa la calle del parque.

Muchos vecinos han decidido acogerse a las subvenciones para instalar ascensores en sus edificios y aislar las paredes, aunque las inspecciones necesarias para conceder estas ayudas están tardando más de lo que les gustaría. También hay quejas por el polvo generado por las obras, ya que los contenedores en los que descargan material los tubos que descienden desde los edificios no están cubiertos.