El alcalde reclama medidas ante la oleada de robos

emilio forján SANTA COMBA / LA VOZ

SANTA COMBA

Pide la creación de la junta local de seguridad, y la policía local patrullará de noche

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Por muy extraño que parezca, el municipio de Santa Comba, uno de los más importantes de la provincia de A Coruña, aparte de tener una de las movidas más potentes de toda Galicia, carece de una junta local de seguridad. Su alcalde, el socialista José Antonio Ucha Velo, ha solicitado a la Subdelegación del Gobierno la constitución de una junta local para reforzar las medidas de seguridad que permitan frenar el repunte delictivo en la comarca del Xallas en los últimos meses.

Ucha Velo hizo llegar ayer a la Subdelegación del Gobierno una demanda para que se refuerce la seguridad en la zona. Como medida provisional, el regidor xalleiro indicó que van a cubrir «as carencias» actuales con medios propios, dígase Policía Local y Protección Civil. Los agentes locales patrullarán por las noches ante la reciente oleada de robos, sobre todo en bares y restaurantes, máxime porque todo apunta a que van a volver a actuar en la zona.

El último incidente del que se tiene constancia ocurrió el viernes en un bar de la avenida de Santiago. Mediante un gancho abrieron la verja y dentro los cacos se apoderaron de la recaudación de la tragaperras y la registradora. Un vecino pudo verlos, pero fue tan sigilosa y rápida su acción que no le dio tiempo de avisar a la Guardia Civil. Más tarde se personó una patrulla de la Benemérita que tuvo que desplazarse desde Cee.

Las fuerzas de seguridad atribuyen esta oleada de robos a la misma banda de cuatro encapuchados, que asaltó la madrugada del sábado la pizzería Tívoli, de Zas, con clientes y empleadas en su interior, llevándose el dinero de la registradora y la tragaperras.

Otro blanco de los cacos en la pasada semana fue el colegio Pepe de Xan Baña, en Traba-Castriz. De allí, al parecer, sustrajeron dinero que se encontraba guardado en la secretaría del centro, pero no se llevaron ordenadores u otros objetos de valor. Fue un golpe, dicen, «bastante limpo», sin daños.