Terra Galega achaca al «protagonismo» de Ucha el fin del bipartito xalleiro

E. F. santa comba / la voz

SANTA COMBA

Los concejales expulsados del gobierno creen que el regidor socialista incumplía la «transparencia» que promulgaba

26 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Demostramos que tiñamos criterio, porque non apoiamos a súa investidura como alcalde, e só unha vez foi elexido e cando ofreceunos formar un goberno que dese estabilidade a Santa Comba». Son declaraciones de Francisco Ameijeiras, portavoz de Terra Galega, quien reconoce la «complexidade» de gobernar con el socialista José Antonio Ucha Velo. «Non tivemos ese consenso e diálogo como recolle o acordo asinado polos dous grupos». Un acuerdo que en su decálogo de mínimos recoge como segundo apartado el de la transparencia «que Ucha esixía a nós, cando el era o primeiro en non cumprila». Se refiere el político xalleiro Francisco Ameixeiras a que no hubo diálogo «nin consenso como medio de acción do goberno con eficacia, eficiencia e criterio».

Desde la formación Terra Galega afirman que es «falso» que quisiesen que los procedimientos de contratación fuesen negociados, que es uno de los argumentos esgrimidos por Ucha. Y se remiten nuevamente al acuerdo elaborado por Ameijeiras y sus compañeros, en cuyo segundo apartado del decálogo de mínimos cita: «Contratación por concurso público e aberto, tendo preferencia as empresas con domicilio fiscal en Santa Comba, de acordo coa Lei vixente».

Sin acciones de gobierno

«Ao noso grupo non lle pode achacar ningún intento de nada, e menos desacreditarnos, porque ningunha acción de goberno tivemos», pues subrayan que propusieron contratar un gabinete técnico para elaborar con tiempo los proyectos de obras «e sempre botouno atrás», dado que él mismo -en referencia al alcalde- y teniendo Ameijeiras las atribuciones de Obras, seleccionaba y se encargaba de los proyectos.

Los concejales de Terra Galega afirman que en las reuniones semanales de los viernes se vivieron momentos de «moita tensión» porque según ellos «todo era un monólogo Ucha». A este lo acusan de que nunca fue capaz de «facer autocrítica, porque acapárabao todo» desde el reparto de comisiones, o que los ediles «cobraramos 120 euros por pleno, xa que a nós parecíanos excesivo», señalan.

Sea como fuere, la situación se tornó insostenible desde que Ucha les dijo a la cara que no confiaba en ellos, por lo que sabían que el acuerdo tenía los días contados: «Os demais tamén somos honestos, e confíamos na nosa palabra, porque respectamos a todos os votantes, sexan dun partido ou doutro. Por iso imos seguir levando iniciativas e propostas aos plenos, e sobre todo, poñendo sentido común». Por último, lamentan que sea el pueblo quien pague las consecuencias del «protagonismo» personal en detrimento de los vecinos.