El malestar persiste entre los vecinos de la plaza del mercado de Santa Comba

Emilio forján SANTA COMBA / LA VOZ

SANTA COMBA

Quieren que el gobierno local atienda sus peticiones para rebajar el impacto de la obra

16 mar 2015 . Actualizado a las 10:08 h.

La faraónica plaza del mercado xalleiro, o del parchís, como también es conocida, sigue acaparando el malestar de los residentes más próximos al recinto, quienes interpusieron un contencioso contra el Concello de Santa Comba y que dicen respetar la última sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que deja sin efecto una anterior favorable a los recurrentes. Eso sí, no comparten dicen «la alegría del gobierno local empeñando en mantener unas obras que no gustan a los ciudadanos». Añaden que es imposible pedir la nulidad de un proyecto que ya está ejecutado.

Sobre el recurso de apelación del Concello que fue estimado por el TSXG, aseguran los afectados que en su contenido la sentencia constata la existencia de un proyecto legal que permitió al Concello efectuar una serie de actuaciones en un espacio público, aunque según los vecinos «esto no los libra del rechazo social al margen de que puedan existir ciertas dudas sobre las actuaciones».

Con todo, lo más sorprendente para los vecinos del entorno del antiguo mercado xalleiro es que el Concello les convocó recientemente a una reunión para abordar el acondicionamiento de la plaza «cuando aún no se conocía la sentencia», lo cual, dicen, «aún añade muchas dudas y malestar», precisaron.

Promesa incumplida

Los afectados mantienen sus discrepancias sobre el proyecto, pero siguen esperando que «alguien» les explique «cómo se puede gobernar contra el pueblo y hacer obras faraónicas con cierres perimetrales que para un particular estarían prohibidos», de ahí que rescaten el ofrecimiento de diálogo lanzado en su día por el exalcalde, Antonio Landeira. Este, a través de los medios de comunicación y en un pleno municipal se comprometía a recortar el polémico cierre perimetral construido mediante piedras de granito incrustadas en hormigón, que fue el origen de la problemática entre los residentes a los cuales el cierre resta toda visibilidad desde la puerta de sus casas, y el Concello de Santa Comba, que hace dos años dijo que se modificaría el polémico cierre una vez recepcionada las obras.

Mientras esperan un gesto de buena voluntad por parte del gobierno local para cumplir su promesa sobre el muro perimetral, los afectados estudian pedir amparo al Tribunal Constitucional, al tiempo que recuerdan que no se hizo deslinde alguno, por lo que hay propiedades privadas por las que se está tributando que ahora están incluidas dentro del recinto de la plaza.