Educación cierra la escuela unitaria de Pazos, en Padrón, que se quedaría con 5 alumnos

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

PADRÓN

CEDIDA

Las familias celebraron una fiesta de despedida a la profesora, que llevaba 22 años en el centro

22 jun 2017 . Actualizado a las 11:27 h.

La Consellería de Educación cierra la escuela unitaria de Pazos, en Padrón, por falta de matrícula para el próximo curso. Es el tercer centro de este tipo que cierra en Padrón desde 2012, cuando lo hizo la de Herbón seguida, en 2016, de la de Angueira de Suso, en la parroquia de Cruces.

En Pazos, las familias sorprendieron a la profesora que imparte clase en la escuela desde hace 22 años, Inés Alonso Vázquez. Lo hicieron con una fiesta de despedida en la que participaron unas noventa personas, muchas de ellas ex alumnos. Las familias quisieron agradecer la labor de la docente en estos más de 20 años, de modo que aseguran que «será lembrada para sempre».

Por su parte, la profesora también aprovecha el cierre de la escuela de Pazos para solicitar la jubilación voluntaria, con 62 años cumplidos y 37 de docencia. Se va de Pazos y se lleva «os mellores recordos da miña vida laboral», de una escuela en la que, según cuenta Inés, «sempre tiven moito apoio dos pais, que colaboraron sempre no que fixo falta».

Ella defiende el modelo de las escuelas unitarias y, al igual que las familias, le apena que cierre el centro de Pazos, que el próximo curso quedaría con 5 alumnos, frente a los 6 de este año, y para el siguiente bajaría a solo 3.

Más de 20 años de trabajo en un mismo centro «dan para moito», tal y como explica Inés Alonso, natural de Muíños, en Ourense, pero que reside en Santiago. Tras 15 años ejerciendo la docencia en Barcelona, en colegios grandes, llegó a la escuela unitaria de Pazos, cuando el centro aún tenía unidades de Educación Infantil y Primaria. En la actualidad ya solo impartía el primer nivel. «Os recordos desta escola son moi bos; a relación coas familias é máis próxima; pasas tres anos cos nenos e chegas a coñecelos ben», cuenta la docente.

Al igual que para las familias, para ella también es una «pena» que cierre la escuela pero, como dice, «non pode seguir coa matrícula que ten» pese a que el inmueble están en buenas condiciones.

Lo que menos le gusta de trabajar en una escuela unitaria es el «papeleo» pero, por lo demás, Inés Alonso asegura que, para ella, «dar clase é máis un hobby que un traballo; pásoo ben impartindo clase», por lo que ya dice que «non sei que vou facer a partir de agora». Ella solicitó la jubilación voluntaria, para la que reúne todas las condiciones, pero en caso de que no se la concedan también pidió destino en otra escuela unitaria, en este caso en la de Vidán, en Santiago.

El centro de Pazos cierra y el alumnado de la zona irá al colegio de referencia, el Rosalía de Castro. Todo el material de la escuela pertenece a la Consellería de Educación y la docente cree que lo repartirá entre las demás que siguen abiertas. De hecho, cuando el año pasado cerró la de Angueira de Suso, la de Pazos aprovechó mucho material educativo de la misma.

Inés Alonso seguiría ejerciendo la docencia si la escuela de Pazos continuase abierta, al menos un año más. Como algunos vecinos, la profesora se pregunta qué uso tendrá el inmueble que se cierra y aunque muchos acaban convirtiéndose en locales sociales, en Pazos ya existe uno de lado de la escuela, por lo que no es probable que tenga esa utilidad. La docente opina y cree que un centro para personas mayores sería un gran uso.

A la escuela de Pazos le quedan, pues, dos días de clase.