«Cos pés no chan e os ollos nas estrelas», así estudian en Ordes

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

Alumnos de tercero de ESO lanzan una sonda a la estratosfera con una imagen de Manuel María que recogerá datos sobre el clima

10 may 2023 . Actualizado a las 14:35 h.

El IES Maruxa Mallo de Ordes ha salido a conquistar el espacio, o al menos a poner todos lo medios a su alcance para conocerlo un poquito mejor. En tan particular aventura están embarcados 64 estudiantes de tercer año de ESO, toda una experiencia que comenzó el año pasado cuando los profesores de Tecnoloxía, Raquel Rendo, y de Matemáticas, Xosé Díaz, plantearon a sus alumnos un reto para demostrar «que ciencia e matemáticas están moi incardinadas», recuerda Díaz, que reconoció el interés de los estudiantes cuando los retaron a crear nada menos que «un dispositivo parecido a unha emisión espacial». Y todo coordinado por los propios alumnos. Como el saber es muy amplio, en la aventura científica incorporaron un equipo de comunicación para dar a conocer el proyecto y también para conseguir la captación de fondos. A su vez, el grupo audiovisual se encargó, entre otros cometidos, de crear el blog marumasat.blogs.sapo.pt, que informa al detalle del proyecto. También colgaron en Youtube un vídeo promocional y abrieron una cuenta de Instagram, un correo electrónico, la página de Facebook Maruma Sat y crearon en Twitter el perfil @marusmasat.

Y para incidir en que este es un proyecto en el que participan todas las ramas del saber, la inminente celebración del Día das Letras Galegas formó parte de la aventura. Y así, el IES Maruxa Mallo fue el único centro educativo que lanzó una foto de Manuel María a la estratosfera.

La prueba para que todo este engranaje funcionase como en el centro espacial Kennedy de Cabo Cañaveral comenzó ayer a las 10.45 horas, momento que el equipo de meteorología estableció como el más adecuado para iniciar el lanzamiento, que tuvo que coordinarse con Meteogalicia y también con el aeropuerto de Lavacolla, porque enviar algo a 35 kilómetros de altura tiene su aquel y necesita cierto control previo sobre el espacio aéreo. Llegada la hora, el ruido y la silueta de un avión comercial provocó un pequeño sobresalto antes de la suelta de la sonda, que estaba enganchada a un globo de helio de 1,6 kilos de peso, que no despegó hasta que el aeropuerto dio el visto bueno. «Si veis el avión es que no hay peligro», les respondieron. Y así fue como sobre las 11 horas el globo comenzó a subir lentamente desde el recinto deportivo del instituto Maruxa Mallo ante la vigilante mirada de buena parte de los alumnos y de la autoridades. Tras la suelta, veinte estudiantes se desplazaron a la zona de Lalín donde recuperaron los restos del globo, cuya estructura incluía un sistema de GPS y también un teléfono móvil que grabó los primeros momentos del viaje.

Más allá de los datos recogidos y de que el experimento sirva para explicar Física, docentes y estudiantes ya se dan por satisfechos. «A educación e máis que libros e libretas», señaló Jorge Noya, el alumno portavoz. «Esta experiencia si que é ensino, e non outro tipo de experimentos como sentarse e volcar todo nun papel», sentenció Díaz.