La comarca de A Barcala, un avispero asiático

E.F. negreira / la voz

NEGREIRA

Vecinos de Negreira y A Baña esperan desde hace semanas que personal especializado retire los nidos

09 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La aparición en el último mes de varios nidos de avispa asiática (vespa velutina) en la comarca de A Barcala mantiene a los vecinos en alerta por lo que pueda ocurrirles, aunque no todos estén emplazados cerca de viviendas.

En Vilachán de Arriba, muy cerca del casco urbano de Negreira, los dueños de un terreno donde se alza un nogal llevan más de un mes a la espera de que los operarios de la empresa contratada por la Consellería de Medio Rural pasen a retirarlo. El otoño, con la caída de la hoja, permite divisar mejor los nidos, que por lo común suelen hallarse en las partes más altas de los árboles.

La complejidad radica en su altura, por lo que se hace imprescindible algún tipo de maquinaría para llegar hasta la copa del árbol, o bien proceder a cortarlo de raíz.

Y en el vecino municipio de A Baña, los propietarios de una casa con huerta en Lameiro, parroquia de Barcala, también llevan más de tres semanas aguardando por la visita de los técnicos: «Queremos que veñan retiralo dunha vez, porque non podemos andar tranquilos por fóra», afirman. El avispero, de un diámetro considerable, está en la copa de un peral, por lo que las avispas campan a sus anchas por los demás frutales, por lo que los vecinos tienen miedo y no se acercan demasiado por la zona.

Aparte de dar aviso al 012, también alertaron al Concello de A Baña pero, como en la mayoría de casos, les dicen que están «moi saturados» y, que deben esperar.

Se da la circunstancia de que en el mismo lugar fueron localizados al menos otros tres nidos de avispa, algunos de pequeño tamaño localizados en el interior de hórreos y que al parecer fueron quemados, al igual que un tercero detectado en la copa de un pino.

En Campelo, en el municipio de Negreira, un vecino también dio la voz de alarma al descubrir el pasado fin de semana otro nido de esta especie invasora. «Está colgado dun castiñeiro. É como un saco de patacas de cincuenta quilos», manifestó, trasladándole también el aviso a los responsables municipales.