El temporal amaina, la tranquilidad no llega

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

MELIDE

El viento levantó el tejado del colegio Antonio Orza de Boqueixón y causó daños en el número 1 de Melide y en el pabellón Pedra Mámoa de Negreira

05 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El tren de borrascas que azota estos días Galicia dejando a su paso un reguero de incidencias dio ayer una tregua al área de Compostela. El viento y la lluvia amainaron, aunque los problemas acumulados en la red eléctrica y las infraestructuras son tan numerosos que no fue suficiente para que se pudiera recuperar la tranquilidad.

Miles de personas siguen sin electricidad en zonas del rural de numerosos concellos, como Ames, Trazo, Santiago, Oroso, Melide, Arzúa, Toques, Negreira, A Baña o Touro, entre otros. Algunos ya llevan 48 horas sin luz, como Xosé Díaz, de la parroquia tourense de Santiso de Cornada, donde 1.300 personas seguían ayer sin servicio. «Estamos a vinte quilómetros de Santiago e seguimos completamente illados dende que se cortou o subministro ás tres da madrugada do venres, e xa na madrugada do xoves estivemos tamén varias horas sen luz», se lamentaba. El corte ya le ha obligado a tirar un buen número de alimentos que se han estropeado en los congeladores inactivos. «A situación é terrible, sen luz nin teléfono», afirma, y lo más indignante para él es que Gas Natural Fenosa no da señales de vida: «Ninguén informa. Ao principio dixeron que estaban traballando para repoñer o servizo e que instalarían un xerador, pero nin repuxeron a electricidade nin hai xerador».

La misma queja elevaban los vecinos de Pardiñas-Laraño, en Santiago, donde la luz se fue todo el día de ayer y estuvieron cuatro horas llamando al teléfono que dispuso Fenosa sin que nadie les atendiera. «Esto es desesperante y el problema aquí ya no es el temporal, es un transformador que falla muchas veces», explicaba una afectada.

El fortísimo viento que ha azotado a toda la comunidad ha tenido sus efectos más severos en Boqueixón, donde se desprendió parte del tejado del CPI Antonio Orza Couto y del pabellón deportivo. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, visitó ayer la zona y anunció que se trabajará con rapidez en las reparaciones, aunque todo apunta a que las clases no podrán reanudarse hasta el martes.

En Melide, en el colegio número 1, el viento arrancó de cuajo un árbol que, al caer, destrozó parte de la valla que protege el recinto. En Negreira, el pabellón de Pedra Mámoa ha quedado inutilizado al desprenderse una chapa de la cubierta y entrar el agua a la pista. La incidencia obligó a suspender una competición infantil de Kárate para las selecciones de la zona norte de España, lo que ha supuesto la cancelación de numerosas reservas en hoteles y restaurantes.

La telefonía móvil también se ha visto afectada, con caídas de la señal en zonas de Negreira y A Baña. También en el casco urbano de Melide.

Tras los cortes de luz y telefonía está casi siempre la caída de árboles sobre el tendido eléctrico de baja tensión o los desperfectos que el viento ha provocado en torretas y antenas. Tan solo en Santiago, los Bomberos han tenido que atender incidencias de este tipo en Aríns, Marrozos, Mallou de Arriba, Berdía y Conxo de Arriba.

Los Bomberos atendieron un total de 19 incidencias. En el centro de la ciudad también se registraron incidencias en la iglesia de San Fernando, en la calle República Arxentina, donde el viento arrancó planchas de tejado. También en la calle de O Valiño, donde se desprendieron tejas de la techumbre de una casa abandonada. La orden de cierre de los parques, como los de la Alameda o Belvís, seguía ayer vigente y la Policía Local aún no conocía cuando se derogaría. Por precaución, también hubo que suspender buena parte de las competiciones de deporte infantil que estaban previstas en Santiago.

Con información de Emma Araújo, Natalia Noguerol, Emilio Forján y Xurxo Melchor