La reducción a 70 por hora para dar más seguridad al peregrino causó malestar en Melide

La Voz MELIDE / LA VOZ

MELIDE

20 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La decisión del Ministerio de Fomento de reducir el límite de velocidad a 90 kilómetros por hora en todo el trayecto de la carretera Lugo-Santiago (N-547) no va a gustar en absoluto en el tejido empresarial de las localidades que vertebra el vial nacional. Al menos, en alguna de ellas, como es el caso de Melide, donde hace un año ya causó ampollas la decisión del ministerio de limitar muchos tramos a 70 kilómetros por hora con el objetivo de preservar la seguridad de los peregrinos, que en algunos puntos se ven obligados a cruzar la carretera para continuar su recorrido por el Camino de Santiago.

Solo en los 42 kilómetros que separan el casco urbano melidense de la rotonda en la que se toma en O Pino la autovía de Lavacolla, la A-54, se cuentan 32 señales con limitación de velocidad a 70 por hora, lo que generó quejas en los sectores comercial y hostelero, canalizadas, aunque sin éxito, ante Fomento por la asociación de empresarios de la comarca, Asetem. En un escrito dirigido al departamento ministerial, la patronal advertía de los perjuicios que la nueva señalización estaba causando en la economía local, toda vez que la mayor tardanza en los desplazamientos por la carretera estaba empujando a usuarios del vial a tomar alternativas viarias como la nacional N-634 para viajar a Santiago y a Lugo. Fomento rechazó revisar la nueva señalización aduciendo que únicamente amplía el tiempo de desplazamiento en unos 5 minutos, en el caso de Melide a Santiago, «una demora mínima en relación a la mejora de seguridad practicada».