«A los clientes le gusta el nebulizado, pero puede mejorarse con olores»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

MELIDE

xoán a. soler

La cafetería de la gasolinera de Brión vaporiza a sus clientes cada tres segundos

19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando el calor aprieta, cualquier rincón bien refrigerado puede convertirse en toda una tabla de salvación, y también en una forma de marcar la diferencia si es un establecimiento hostelero. De esta idea es Manuel Serramito Rogido, de 62 años de edad y que desde hace un cuarto de siglo es el corazón de la cafetería de la estación de servicio de Os Ánxeles, en el municipio de Brión, a un cambio de marcha de Bertamiráns y a dos minutos de reloj del enlace con la autovía a Santiago.

Estos días, con los termómetros fuera de sí, muchos clientes disfrutan de su tiempo en la amplia terraza de su local, un espacio que incorpora un sistema de nebulizado de agua que permite disfrutar de un entorno fresco sin las afonías y alergias del aire acondicionado. Este mecanismo de refrigeración es muy sencillo, «porque tiene un reloj que salta a los 27 grados centígrados y nebuliza con agua tratada cada tres segundos», explica.

Una simple mirada a un joven enganchado al móvil bajo uno de los chorros que el artilugio no tiene ningún efecto secundario ni para él ni para la máquina, ya que esta bruma recibe un tratamiento especial para su salubridad y tampoco moja. Pero la cosa no queda aquí, avanza Serramito: «A los clientes le gusta el sistema, pero aún puede mejorarse al incorporar olores gracias a un ambientador con esencia de menta o canela y que en algunos locales del sur ya está funcionando muy bien».

Al aval de la clientela, que suele preferir la terraza a los espacios cerrados de la cafetería, se une el interés de varios compañeros del gremio que le han preguntado por este mecanismo, que a él le instaló una empresa gallega. «Al principio, este sistema despertaba curiosidad, pero ahora ya no, porque comprueban que el agua sale tan fina que no moja».

Que la cafetería de la gasolinera de Brión tenga este novedoso sistema de refrigeración por estos lares no es casualidad, ya que desde que hace un cuarto de siglo Manuel Serramito desembarcó en este establecimiento tras trabajar en los históricos locales compostelanos Yate y Miami lo suyo fue atender a sus clientes como se merecen.

«Fuimos de los primeros en ofrecer pastas y bombones con los cafés, porque nuestra filosofía es cuidar a nuestros clientes para que vuelvan». Muchos de los amigos que cosechó trabajando en Santiago incluyeron su establecimiento de Os Ánxeles en su ruta gastronómica y el bum demográfico de Bertamiráns y Brión hizo el resto. A estos perfiles se suman personas que en su ruta de ida o vuelta a las playas más cercanas hacen un alto para echar gasolina, tomarse algo y nebulizarse. Aquellos que desean un cambio de temperatura más brusco también tienen la opción de elegir el aire acondicionado del interior del local, casi tan amplio como la nebulizada y fresquita terraza. En ambas pueden disfrutar de un menú del día de 9 euros, que sube a 14 euros los fines de semana al incluir productos más especiales.

En estas semanas que el calor aprieta especialmente, las noches de los viernes en la cafetería de la gasolinera mantienen todo su tirón, ya que incorporan a su oferta la actuación de un grupo de música. Y este tiene como mejor complemento posible un puesto de venta de pulpo que viaja desde Melide. El pulpo sale de la pota á feira a las ocho de la tarde y la música llega pasadas las once de la noche y continúa hasta las dos de la madrugada.

Funcionamiento. La terraza de la cafetería tiene un sistema de nebulizado que se acciona cuando el termómetro llega a los 27 grados y que funciona intermitentemente cada tres segundos.

Servicios. La cafetería organiza todos los viernes una sesión especial con un pulpeiro de Melide que sirve a las 20 horas y un espectáculo musical desde las 23 horas hasta las dos de la mañana.