El teatro es el DNI del colectivo que recibirá el máximo reconocimiento municipal
17 jun 2016 . Actualizado a las 23:41 h.A Mary Gómez Neira le intimidan las fotos. Sorprendentemente. Porque esta vecina de Melide, enfermera de profesión, lleva desde los 13 años pisando las tablas de un escenario. «E indo a ensaios dende que era máis nena», recuerda su infancia en Burela, junto a su hermana, su madre y su padre Suso, que en el municipio lucense ensayaba el ya extinto grupo de teatro Ledicia. De casta le viene al galgo. Y de familia. Porque de la de ella son los artistas y hermanos Paco y el ya fallecido Quique Camoiras. Con este ADN en la sangre y con un corazón que no le cabe en el pecho, Mary ofreció «o que sei facer, que é teatro» cuando en el año 2004, en calidad de secretaria de la Anpa del colegio Mestre Pastor Barral, «propuxen facer algo para recadar fondos para que todos os cativos puidesen ir de excursión». Había familias que no podían permitírselo.
Y de una función que llenó el polideportivo municipal hasta la bandera con cerca mil espectadores se recaudaron los fondos necesarios para un viaje a Cantabria, y nació Charamela, el nombre de pila de asociación cultural en la que este año recaerá la Medalla de Oro del Concello melidense. «Non era agardada», afirma Mary Gómez, quien cuenta que en seno del colectivo que preside reciben la distinción «con moito orgullo porque é o máximo galardón que se pode recibir no teu pobo, e tamén con satisfacción polo traballo feito». Más de una veintena de obras de teatro y sketchs dan caché al colectivo, que tiene en el arte de la interpretación escénica un sello de identidad que pasea el nombre de Melide a lo largo y ancho de la geografía gallega. Y en gallego, el idioma que se emplea, sin excepción, en las puesta en escena de Charamela «porque é importante conservar a nosa lingua».
De agosto a finales de año, la agenda está ocupada para los más de treinta melidenses que cultivan el teatro en la asociación presidida por Mary Gómez. «Aínda que somos afeccionados, cos anos vas collendo táboas e hai xente que xa se desenvolve moi ben na escena», apunta la presidenta de Charamela, que aporta puñados de arena al movimiento cultural en Melide con un encuentro intergeneracional y un ciclo de teatro, y colaborando «en todo o que nos piden», como en la cabalgata de Reyes y en la confección de las alfombras de Corpus, entre otras actividades. El colectivo también está implicado en el Entroido y en el San Juan «para que non se perdan as tradicións», al igual que hacen otras entidades «que poñen todo o seu empeño en dar vida á cultura de Melide», reconoce. Sostiene Mary Gómez que «calquera delas é merecedora» de la distinción municipal, que en Charamela afirman no ser quien para decir si la merecen o no. «O único que sabemos é que traballamos porque non temos un momento libre», responde.
Y para quienes reciben el aplauso del público cuando se abre el telón y para los que se quedan entre bambalinas -«o traballo que hai detrás e non se ve é moitísimo»- recogerá la presidenta de Charamela el reconocimiento institucional del que se hará entrega el próximo día 29 con motivo de la festividad de San Pedro, patrón de Melide. Para su público paisano tiene un agradecimiento especial Mary Gómez. Continúa entregándose como en aquella primera función solidaria. «Foi apoteósica», recuerda la mujer. «Sen el non teriamos alento para seguir loitando por isto», dice.
Dirección de obra. Mary Gómez asumió esa función en 2011. Como superviviente que es de reveses vitales «non quero obras tristes; xa temos o día a día, como para chorar no teatro», dice.
Dos piezas. Ensaya con un grupo Vaiche boa. Su padre prepara con otro la zarzuela Non chores Sabeliña.