«É a ruta que máis infraestruturas precisa»

n. r. n. melide / la voz

MELIDE

22 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

el primer albergue que abrió en Melide en el tramo urbano del Camino Primitivo lleva por nombre el de Alfonso II en homenaje al primer rey peregrino de la historia. «Quixo comprobar que a tumba achada en Santiago era a do Apóstolo e, acompañado por toda a corte real, trazou a ruta máis corta», cuenta Betania Cabo, una de las personas que atienden este negocio familiar que abrió sus puertas hace tres semanas. Se decidió a impulsarlo Agustín Yáñez porque el itinerario que nace en Oviedo «é o que máis necesidade ten de infraestruturas», explica. De hecho, añade, «os peregrinos quéixanse de que lles falta de todo; ten carencia ata de camiño en si, veñen por asfalto». Por eso «é máis duro», apunta Betania cuando da cuenta de las quejas que le trasladan los peregrinos por el dolor de pies.

El albergue -dotado de treinta plazas y con todos los servicios que pueda demandar el caminante, como el de lavandería o cafetería- es la primera parada para pernoctar que encuentran si cubren los cerca de treinta kilómetros de etapa entre San Román de A Retorta, en el municipio lucense de Guntín, y Melide. «Os que suelen parar aquí son os que fan a etapa completa», cuenta la hospitalera, quien también da fe de que la «maioría» de los peregrinos que recorren el Camino Primitivo son extranjeros -procedentes de otros países europeos, sobre todo, y también americanos- y «fixeron antes o Camiño Francés», con el que se une la ruta primitiva a su llegada a la localidad melidense.

Betania Cabo, Agustín Yáñez y Manuel Vázquez, que también trabaja en el albergue, están «ilusionados» y tienen «buenas expectativas» de futuro para el negocio, sobre todo después de que el Camino Primitivo haya sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Consideran que será un «revulsivo» para la ruta, además de que el Camino de Santiago es, en sí, «a industria que temos no interior», como dice Manuel al hacer recuento de los otros siete albergues privados que abrieron en Melide al abrigo de la ruta jacobea.