Arzúa se codea con los mejores

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol ARZÚA / LA VOZ

ARZÚA

El recinto ferial recibió numerosas visitas.
El recinto ferial recibió numerosas visitas.

La Festa do Queixo abrió ayer sus puertas con una nutrida presencia de reconocidos productores

02 mar 2015 . Actualizado a las 13:25 h.

Las variedades de queso se cuentan por decenas este fin de semana en Arzúa, donde la muestra sectorial al abrigo de la Festa do Queixo abrió ayer sus puertas con más de medio centenar de expositores, entre los que se encuentran los mejores productores del territorio estatal. Sin desmerecer la variedad de la casa, la amparada por la Denominación de Orixe Protexida Arzúa-Ulloa, en el recinto ferial se encuentran queseros de la talla de José María Ramos, al frente de un negocio familiar que lleva cinco generaciones haciendo lo que mejor se le da.

Y tanto: dos medallas de oro, cuatro de plata y ocho de bronce en el concurso mundial de quesos que se celebra en Londres -el World Cheese Awards- forman parte del palmarés de MonteQuesos, que es como se llama su factoría en Villanubla, Valladolid. Desde su experiencia de diez años en la muestra sectorial de Arzúa, cuenta este productor castellano que los paladares gallegos «aprecian» el queso de oveja, que es el que él elabora; eso «a pesar de que en Galicia hay muy buenos quesos de vaca», dice. Y pone de ejemplo la propia variedad anfitriona de la Festa do Queixo, de la que, confiesa, «nos llevamos unas cuantas piezas cuando nos vamos». José María Ramos cuenta que la muestra sectorial de Arzúa «se puede considerar de las buenas en cuanto a ventas», además de ser «de las que más expositores tienen y mejor organización».

Ese mensaje fue el que recibió el extremeño Rafael Pajuelo cuando le hablaron de la cita de exaltación gastronómica, a la que asiste por primera vez con diferentes variedades de queso artesanal de oveja. Entre todas, la variedad estrella es la afamada torta del Casar cacereña. «Tiene aceptación», comenta el hombre, al que tampoco le llegan los dedos de las dos manos para contar las distinciones que ha cosechado su producto. Los premios los tiene expuestos en el estand, que solicitaron porque «nos hablaron de la feria de Arzúa, que era de mucha gente y con mucha variedad de producto», explica Lola Vicero, la mujer del quesero.

¿Y qué dice el presidente del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Arzúa-Ulloa ante tanta variedad de producto de fuera?. Seis comunidades están representadas. Xosé Luis Carrera Valín considera que «enriquecen» la muestra sectorial, que también entiende que gana limitando la presencia de los productores lácteos tradicionales. Este año, y de acuerdo con la última normativa autonómica, todos los quesos están etiquetados y los productores debidamente identificados. «O contrario non aporta nada á feira e a xente vén buscando un queixo con garantías», defiende Carrera Valín. Lo cuestiona la melidense Celsa Casanova, una de las pocas queixeiras que sí están en la muestra por tener todos los papeles en regla. Afirma que «todo o mundo ten que comer», por lo que, estando «ben presentado» el producto, «que todo o mundo estea aquí». Aunque sea competencia para ella. Si es que se le puede hacer. Elaboró para la ocasión más de 900 quesos y cuando se le pregunta si la feria en Arzúa es buena afirma «maravillosa; un dez».

Nacho Mirás: «A por outros 40 anos»

Arzúa buscaba un pregonero extraordinario para un aniversario extraordinario y lo encontró. Porque la cuarenta edición de la Festa do Queixo quedó ayer oficialmente inaugurada de la buena mano de Nacho Mirás. El periodista de La Voz se quedó literalmente «sen voz», como él mismo observó, para la ocasión, pero, acostumbrado como está a plantarle cara a la adversidad, desafió a la afonía para dar lectura a un pregón, solo interrumpido por un atento público que rompió en emotivo aplauso cuando Mirás tuvo sentidas palabras de recuerdo para Arzúa y la que fue su vecina más ilustre, Ana Kiro, «por terme acompañado neste camiño infernal».

Pero entre «queixar» y «queixear», Nacho, vitalista e ingenioso como nadie, se quedó con lo segundo, «así que, amigos, vivide e disfrutade da Festa do Queixo», una cita que distinguió de las celebraciones gastronómicas en las que todo es «¡E que corra o viño!» por tener «os mellores produtos, os mellores produtores e un festival musical que deixa pequenas as tan cacarexadas convocatorias da capital». Nacho Mirás dijo sentirse identificado con la propia fiesta gastronómica porque «cando un cruza a fronteira dos corenta, é tempo de reflexionar, de deixarte ir ou seguir marcando o teu ritmo». Y por lo segundo, por luchar por salir adelante, es por lo que explicó que apuesta el autor de El mejor peor momento de mi vida, un libro que surge de las memorias sanitarias que narra en su blog, rabudo.com, desde que hace más de un año le diagnosticaron un cáncer.

Y con esa filosofía, Mirás se despidió con vivas para Arzúa y para la Festa do Queixo, animando a ir «a por outros corenta anos». Que así sea.

Cierre de lujo con Kepa y Treixadura

Con disco nuevo bajo el brazo desembarcan hoy en Arzúa los componentes de Treixadura, que, a partir de las siete y media de la tarde, ofrecerán el concierto de cierre del festival musical de la Festa do Queixo. La agrupación presentará Vendimia tarda, un álbum recopilatorio con que el celebran sus 25 años de trayectoria, y al que incorporaron temas inéditos. A los de Cambados, entre los que más de uno tiene raíces arzuanas, les dará paso en el escenario otro exponente de la música tradicional, pero de la hecha en Euskadi: Kepa Junquera, que abrirá a las seis de la tarde la segunda y última jornada de conciertos de la cita gastronómica.