La colaboración vecinal fue clave en Fecha para frenar el avance de las llamas, que continúan activas
12 ago 2016 . Actualizado a las 23:37 h.«Hai aquí xente de noventa anos que aseguran que nunca viron algo igual». Son las palabras de José Antonio Mancilla, vecino de Fecha que colaboró junto a otras personas en las labores de extinción de un incendio que ya ha calcinado más de 800 hectáreas entre los concellos de Santiago y Ames. A última hora de ayer el fuego continuaba activo en el noroeste de este último municipio.
En Fecha llegó el momento de contabilizar las pérdidas. «O monte da nosa aldea está todo queimado, non queda nada», continuaba contando José Antonio, que reconocía la fortuna que tuvieron la vecinos, cuyas casas no sufrieron daños. Sin embargo, se muestra muy crítico con la labor de las brigadas: «Tan pronto chegan, tes que marchar e a aldea queda baleira. Se non volvemos ardía unha das casas máis próximas ao lume». Sin duda, la intervención de los vecinos de Vilar do Rei fue clave para evitar males mayores, ya que se arriesgaron y desoyeron las órdenes de las autoridades para salvar sus pertenencias: «É fatal que se queime o monte, pero con sorte en tres anos volve brotar. Se perdemos as casas, quedamos na rúa».
También regresaron a la aldea Santiago Parente y su hijo Miguel Ángel. «Me arrepiento de haberme ido del pueblo, hubiésemos salvado bastante», se lamentaba Santiago, que también se escabulló de la zona segura y pudo rodear el lugar con su todoterreno. «Si no llega a ser por nosotros, arden las casas», asegura el vecino de Vilar do Rei, que lo justifica diciendo que «si prende una, prenden todas», ya que se encuentran muy pegadas unas a otras. «Mi hijo, que es ingeniero forestal, trató de explicarle a la policía lo que podía suceder. Si les hubiésemos hecho caso no se que habría pasado», explica. Pese a los impedimentos, los vecinos pudieron regar el perímetro, aunque se encontraron una dificultad más en su camino: «Uno de los pozos que tenemos en el pueblo para estas situaciones está agrietado y vacío. Llevamos así tiempo y al final ha ocurrido una desgracia».
Santiago tenía una preocupación extra el miércoles, pues es dueño de unas colmenas que se encontraban en el monte cercanos a Vilar do Rei. «Cuando llegué, estaban rodeadas por el humo y no podía ni verlas», afirma. Afortunadamente, una vez despejada la zona, Santiago pudo comprobar como en el interior de los paneles se podía sentir el zumbido de las abejas: «Fue un auténtico milagro que no ardiesen, y más aún que siguiesen vivas». Durante el día de ayer, hidrató en varias ocasiones las colmenas para asegurarse de que sus avispas estuviesen bien.
Las llamas llegaron también hasta O Roxido, en el límite entre Santiago y Ames, donde José Manuel Conde también desafió a las fuerzas del orden. «Non quixen marchar da miña casa. Ata en cinco ocasións viñeron por min e, ao final, saín sobre as once da noite. Os concelleiros de Santiago queríanme matar», bromea José Manuel, que cambia de tono a la hora de hablar de la actuación de las brigadas: «Non fan puñetero caso. Fante sentir que non serves para nada e os veciños somos os que coñecemos o lugar e temos que participar activamente», afirma el habitante de O Roxido, que confiesa que se sintió «impotente» e «intranquilo» ante la fuerza de las llamas: «O peor foi sobre as sete ou oito da tarde, cando máis avanzaba o lume. A noite foi máis tranquila».
José Manuel afirma que este año no se han limpiado las pistas forestales de la zona, pero cree que la intensidad del viento hubiese extendido el fuego de todos modos.
La situación a última hora de la tarde estaba controlada en ambos concellos, aunque continuaban existiendo focos aislados. En Fecha, Protección Civil continuó estando presente por si era necesario intervenir, mientras que en Ames la labor de los operarios impidió que las llamas avanzasen desde Ameixenda, ya que se crearon varios cortafuegos.
Reacciones políticas
El Concello de Santiago aseguraba que el incendio de Fecha fue «provocado». Paco Reyes (PSOE) quiso agradecer la labor de las brigadas, al igual que hizo el Partido Popular. Por su parte, el BNG habló de «modelo forestal nefasto».
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