«Si tienes un día tonto se fastidia todo»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Hubo una concentración de protesta ante Educación.
Hubo una concentración de protesta ante Educación. Sandra Alonso

Ausencias elevadas a la reválida en los colegios públicos y asistencia en los privados

12 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La prueba de evaluación de sexto de primaria celebró su primera jornada con un elevado absentismo en las aulas. Si en Galicia la Xunta admitió una inasistencia del 40 %, en los colegios de Santiago la federación de ANPA de la ciudad cifró las ausencias en un 80 % en los centros públicos, y un 85 % en la comarca. Un sondeo rápido confirma estas cifras. En el Mestre Rodríguez Xixirei acudieron los nueve alumnos y en otros como el Monte dos Postes o Fontiñas la asistencia fue mayoritaria. Pero en otros colegios las aulas se quedaron vacías. Como las dos del López Ferreiro, donde no acudió ningún estudiante. En Vite, el Pío XII y el Santiago Apóstol las mesas quedaron prácticamente desiertas.

En Roxos, por ejemplo, hicieron las pruebas de lengua y matemáticas 9 de 28 estudiantes y en el Raíña Fabiola 18 de 43. «E habería que descontar os que non puideron quedar na casa. Foi unha pequena selectividade», dicen. En Teo, los tres colegios registraron un absentismo del 86 %, en el Bispo Guerra de Ames fueron 10 de casi 60 niños, en el Rosalía de Castro de Padrón faltó el 70 %, en el CPI de Pedrouzo solo fue un alumno y en Urdilde solo faltaron dos.

No ocurrió lo mismo en los centros concertados de la ciudad, en donde la reválida se hizo con total normalidad. En La Salle faltaron tres alumnos de 76, y en ningún caso justificaron que fuese por no querer hacer las pruebas, sino que es el porcentaje de ausencia habitual. En el aula 6 º C, por la tarde, los estudiantes hacían su propia valoración de los ejercicios. Y aunque diferían en la forma de expresarlo, la mayoría coincidieron en el fondo: estaban nerviosos previamente, pero cuando vieron las pruebas desapareció la intranquilidad; el tiempo era más que suficiente en la primera hora de ejercicio, pero se ajustaba en la siguiente media hora; y el principal inconveniente que ven a esta evaluación es tener un mal día.

Eso sí, sobre el sentido de la reválida en sí, diferentes opiniones. Xaquín y Sofía lo tienen claro, «me parecen fatal las pruebas porque no creo que por un examen se vea cómo es un alumno», dice el primero, «puedes tener un mal día, y si quieres evaluar, están nuestras notas y los profesores», apunta la segunda. Lo mismo opina Rocío, «si tienes un día tonto se fastidia todo». Pero su tocaya Rocío no comparte esta opinión, «está bien para que nos vayamos acostumbrado». Lo mismo piensa Marcos, «las pruebas no me parece que estén mal, pero no me gusta que los de la ESO no las hayan hecho». Laura incluso lo ve como un repaso «y así ya no tienes que estudiar tanto para los finales». Naiara apunta un problema de esta evaluación «está bien, pero nos avisaron con poco tiempo, no sabíamos si contaba o no contaba la nota, se supo tarde la fecha y ni siquiera sabíamos al principio si entraba gallego», concluye.

Más información en las páginas 2 y 3 de la sección A Fondo.