Las sesiones plenarias no podrán durar más de cuatro horas y los ediles tendrán tiempo limitado para hablar
02 feb 2016 . Actualizado a las 22:42 h.Las sesiones plenarias de algunos concellos tienen cierta similitud con el cuento Cenicienta al llegar la medianoche. Todo se acaba con la frase «Sendo as doce da noite, dáse por rematada a sesión». Esta despedida, pronunciada recurrentemente por los tres últimos alcaldes amienses, es el fiel reflejo de los densos debates y muchas veces estériles en acuerdos, pese a las cuatro horas de discurso.
Pero esta situación ha llegado a su fin porque, tras años de debates y negociaciones, la corporación amiense más inestable de su historia, si por inestabilidad se entiende falta de mayorías, ha conseguido consensuar un documento y aprobarlo por unanimidad. El hecho de que sean cinco grupos (tres en el gobierno y dos en la oposición) ha podido ser determinante para cerrar el acuerdo, ya que en este mandato raro es el debate que pudo concluir analizando todos los asuntos del orden del día.
El mismo pleno ha decidido poner coto a los discursos de sus miembros con intervenciones limitadas, aunque queda por ver si el regidor amiense recurrirá a la vieja práctica del reloj de arena o a la del conocido debate televisivo que dejaba sin sonido los micrófonos una vez superado el tiempo reglamentario.
Un punto, 33 minutos
El nuevo reglamento fija que los debates no podrán durar más de cuatro horas. Las intervenciones ordinarias tendrán un turno de presentación de dos minutos y sesenta segundos para el cierre del grupo que presente la iniciativa, que solo se podrá cambiar si lo acepta quien la propone. La primera intervención será de cuatro minutos, el doble de tiempo que para el segunda. Esto implica que al ser cinco grupos municipales el tiempo máximo por asunto rondará los 33 minutos, aunque si el debate es del presupuesto los turnos pueden ser hasta de un cuarto de hora.
Y como no hay debate que se precie sin alusiones, estas también son víctimas del cronómetro, con un límite de un minuto.
El reglamento diferencia entre propuestas y mociones. Las primeras tienen un debate previo en la comisión informativa, por lo que los grupos tienen una opinión formada y las segundas quedan restringidas a iniciativas relativamente urgentes, que hay que presentar 48 horas antes del debate. También hay mociones de mayor urgencia, notificadas ocho horas antes de la sesión, y otras de palabra.
La presentación de preguntas está limitada a tres por grupo político, registradas por escrito cinco días antes del debate, y cada concejal podrá formular un ruego. Y en el primer trimestre del año debe celebrarse un debate plenario y monográfico sobre el estado del Concello.
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Pocos concellos disponen de una normativa que regula sus debates. Ordes es uno de ellos. Su texto establece intervenciones ordinarias mucho más largas que en Ames (la primera es de diez minutos). En cuanto a las preguntas, el reglamento permite formular hasta seis y presentarlas hasta un día antes. Pese a estos turnos más amplios, las intervenciones son breves y rara es la ocasión en que los concejales agotan los minutos asignados.