E l ingreso de Santiago en la União de Cidades Capitais de Língua Portuguesa (UCCLA), con apoyo unánime de los grupos municipales, se notará el lunes en la jornada A língua como oportunidade. Es un acontecimiento de singular relevancia política, económica y turística. Se anuncia la presencia de cargos institucionales, gestores y empresarios, como el embajador de Brasil en la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, un representante de la Presidencia de Macau (China) o el alcalde de Braga, entre otros. El programa enfatiza la importancia económica de entenderse en una lengua común. Se hablará de turismo religioso o arquitectónico, de intercambios en diversos campos.
Compostela es la única ciudad gallega, y de España, admitida en un club de unas pocas decenas de urbes, algunas tan emblemáticas como Brasilia, Lisboa, Luanda, Maputo, Dili, Rio de Janeiro, Salvador, Bisáu, Coímbra, Oporto o São Tomé. Y con participación de entidades financieras, universidades; empresas públicas y privadas (de energía, construcción, comunicación, aeronáutica y más sectores), muchas de ellas de enorme proyección ecuménica.
Compostela, y Galicia, aprovechan muy bien las oportunidades que ofrece el idioma español. Ahora, el gallego abre esta puerta, y hacen falta talento e inteligencia para entrar bien y rentabilizarla. Ya hay buenos precedentes, como el encuentro internacional Galego no mundo, latim em pó, que cerró la capitalidad europea de la cultura de Compostela y del que aún perviven frutos; o, más reciente, la Lei Paz Andrade, también aprobada con unanimidad del Parlamento de Galicia.