«Son o primeiro celíaco de Santiago»

xosé manuel cambeiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Su club de ralis tiene más fans que los equipos deportivos de la ciudad

06 jun 2017 . Actualizado a las 00:56 h.

Luis nació en Londres y a los nueve meses ya gateaba por su casa de la avenida de Coímbra. Luego, cuando le tocó ir al colegio San Jorge, le pegó a la pelota en las calles de Vista Alegre. «Había moita vida na rúa deste barrio», dice. Llegó a las aulas del instituto Rosalía de Castro y se encontró con que era la primera promoción mixta en este centro y uno de los seis varones entre mujeres que cursó estudios. «Sentíame ben porque ao ser case todas mulleres, aos 14 anos as hormonas empezan a dispararse». Eso sí, adquirió unas relaciones sólidas con sus cinco compañeros. Ocurriría lo mismo luego con sus copilotos: «As relacións con eles son para toda a vida».

El gusto por los coches de Luis le llegó en la Facultade de Empresariais, en donde un amigo le inoculó el veneno de los autos. Pero no fue una vocación repentina. De hecho en las peluquerías devoraba de pequeño cuanta revista de coches veía delante. Del placer de ver pasó al placer de conducir coches de ralis en 1996. Las mejores cosas en la vida de Luis han sido correr ralis y haber conocido en uno a su mujer, que le apoyaría siempre en sus carreras.

Fueron innumerables las competiciones en las que participó, con diversos premios en su haber, uno de ellos el subcampeonato de España. Al ser un personaje popular, muchos mozos acudieron a él a la hora de iniciarse en los ralis. No obstante, «Santiago non é unha praza fácil para correr. Hai sitios onde apoian máis este deporte», dice Luis. Penido muestra el portal digital del club con 10.624 fans. El Compos no tiene tantos aficionados.

Luis no siente que corra un serio peligro cuando va al volante en los ralis: «El habitáculo é seguro. Non ten nada que ver cun coche da rúa», dice. Solo una fatalidad podría causarle graves lesiones. De hecho, solo ha sufrido dos accidentes en su vida deportiva. Otro cantar es la seguridad externa, la de los espectadores. No obstante, aquí también se ha mejorado mucho, según el piloto.

Disfrute

En todo caso, y hablando de percances, Luis es celíaco y estuvo a punto de irse al otro barrio de pequeñito por comer gluten al desconocerse su enfermedad: «Son o primeiro diagnosticado en Santiago». Desde entonces disfruta de una larga prórroga de vida que quiere disfrutar al máximo.

Hace unos años, Penido conoció al presidente de Cogami, Domingo Dosil. Fruto de ello es su vinculación a Trameve, una empresa radicada en el Polígono do Tambre, dedicada al tratamiento de los vehículos al final de su vida útil. Luis, el gerente, le muestra al redactor las impresionantes instalaciones atestadas de piezas de recambio y vehículos, en las que trabajan once personas discapacitadas. Esta plantilla, junto a la protección medioambiental, la convierten en única en el panorama español. La Xunta la valoró con diez puntos sobre diez: «O máis bonito é que sexamos capaces de xestionar vehículos fóra de uso con persoas fóra de uso».

Anima a los compostelanos a que imiten al redactor y acudan a conocer la nave, en la que reposan más de 100.000 recambios de las marcas más diversas. Los motores y demás piezas tienen un precio económico. Le llegan a una clientela próxima, pero también a gente a cien kilómetros a la redonda y a más allá de Piedrafita. Internet tiene la culpa.

«Éncheme traballar aquí. Sinto unha satisfacción grande», confiesa. Lo que echa en falta es un mayor compromiso de firmas y entidades con Trameve.

Nombre. Luis Penido López, nacido en Londres, vino a Santiago a los nueve meses.

Profesión. Piloto de ralis y gestor empresarial

Rincón. El parque Música en Compostela porque su vida ha estado ligada desde su infancia ese espacio