La asociación de padres incluyó la actividad en el plan extraescolar y la demanda superó todas las previsiones
06 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El CEIP Camiño Inglés de Sigüeiro apura el fin de las clases, en un curso en el que la comunidad educativa ha mantenido una intensa campaña para reclamar a la Consellería de Educación que el centro cuente con una segunda línea para aprovechar al máximo las modernas instalaciones. Y es que la asociación de madres y padres O Carboeiro también aprovecha el centro organizando actividades extraescolares para el alumnado. Una de las propuestas educativas que ha tenido un tirón especial son las clases de robótica, en las que este curso participaron medio centenar de niños, un número importante, ya que en el centro están matriculados 231. La idea de estas actividades surgió en la ANPA O Carboeiro, ya que su presidenta, Susana Meijome, está por razones familiares muy en contacto con el mundo de la informática y la tecnología.
Su idea fue bienvenida. Así lo confirma el director de este colegio de infantil de primaria, Francisco Ávila. «Este tipo de actividades non son das que se soen dar nos centros nas que abundan propostas deportivas e de contido lingüístico, pero o mundo da robótica e da tecnoloxía está moi en auxe, polo que as administracións as están promovendo», explica el responsable.
A su vez, Susana Meijome resalta que este tipo de programas extraescolares, «apórtanlle aos nenos unha formación que adquiren de xeito inconsciente, profundizan en coñecementos matemáticos e desenvolven o sentido do espazo nenos. Ademais, están encantados», cuenta. Meijome resalta que la respuesta de los niños y de las familias ha sido «fantástica».
La prueba de que esto es así la aporta Francisco Ávila, cuando resalta que el horario de las actividades, los jueves y viernes por las tardes, supone un esfuerzo para las familias y los niños, pero esto no ha disminuido ni la asistencia ni el interés. De hecho ambos confirman que los programas están adaptados a las edades del alumnado, pero en algunos de los cursos hay quien destaca especialmente y pide más al profesor. Este interés, añade Meijome, se vio especialmente entre los niños más pequeños.
Que alumnos de infantil y primaria dediquen parte de su tiempo libre a estudiar robótica no es algo extraño, reconocen en el CEIP Camiño Inglés, ni tampoco implica un esfuerzo extra para atraer su atención a las actividades. Es más, uno de los logros de este tipo de actividades, detalla Ávila, es la capacidad para concentrarse de los menores. «Os nenos, e tamén nós, estamos afeitos a recibir un montón de estímulos moi diferentes, pero con este tipo de actividades favorécese que se poidan concentrar nunha soa cousa».
Esto mismo lo reconoce el profesor que imparte este curso organizado por el ANPA O Carboeiro, Víctor Lestón. «No hay ningún niño al que no le guste relacionarse con la tecnología, juguetear con los distintos mecanismos y probar los circuitos», explica. Aunque el primer impulso cuando se piensa en la robótica es hacerlo en un juguete de metal que no para moverse, detrás de estos tipos de cursos, explica Lestón, hay mucha formación. «Esta actividad les enseña cómo circula la electricidad y también cómo se transmite». Para alumnos de mayor edad, las clases, recientemente terminadas, les ofreció un primer acercamiento al mundo de la programación, no como consumidores sino como diseñadores de programas».
Implicar a los niños en estas actividades, añade Lestón, no es ningún problema. «No hay un niño al que no le guste la tecnología, experimentar y practicar con las cosas les encanta. Es una gozada».